
LA CORUÑA.- El Olympiakos sacó petróleo de su viaje a Riazor y empató hoy sin tantos ante el Deportivo de La Coruña, en un encuentro correspondiente al grupo A de la fase inicial de la Liga de Campeones, donde los griegos aprovecharon el mal momento de forma de su rival.
El Deportivo de La Coruña aún no conoce la victoria en esta temporada. Y el empate ante el Olympiakos fue una pésima noticia, ya que fue en su propio campo y ante el que es, en teoría, el equipo más débil de un grupo donde también están el Mónaco y el Liverpool.
El conjunto gallego es un equipo deprimido y regaló toda la primera parte, en la que se jugó a un ritmo muy lento. El Deportivo de La Coruña pareció no darse cuenta de que lo que le interesaba era llevar el partido a un ritmo rápido, ya que el Olympiakos aún no comenzó el campeonato de su país.
Así, el encuentro fue muy vulgar en los primeros 45 minutos, y lo poco bueno lo puso el equipo visitante, donde Rivaldo, ex jugador de Barcelona y Milan, pareció muy motivado.
Un dato basta para evaluar el juego del equipo español en la primera parte: no lanzó ningún saque de esquina y no tiró ni una sola vez entre los tres palos de la portería griega.
En el minuto 13, Rivaldo tuvo la primera ocasión, aunque lanzó alta una chilena donde disparó muy forzado. El Deportivo intentó responder, pero lo único positivo que hizo fue un saque de falta de Sergio en el minuto 20 que el central César cabeceó fuera.
La ocasión más clara del Olympiakos llegó en el minuto 26, cuando Rivaldo lanzó una falta lejana donde el portero José Molina no pudo retener el balón, en un error clamoroso, aunque lo enmendó saliendo a los pies del central argentino Gabriel Schurrer cuando éste ya se disponía a marcar.
Javier Irureta, técnico del Deportivo de La Coruña, debió hablar muy alto en el vestuario, porque el Deportivo comenzó fuerte una segunda parte en la que los laterales se incorporaron con más frecuencia al ataque.
El equipo español movió más rápido el balón, y la respuesta de los griegos fue apretar los dientes en defensa. Y, además, los helenos pegaron mucho, con la permisividad arbitral.
Pero esa quinta velocidad apenas le duró quince minutos al Deportivo que, además, siguió con sus problemas en el remate. Después, el portero griego Nikopolaidis volvió a la placidez; sin duda, vivió uno de los partidos más tranquilos de toda su vida.
Irureta puso al capitán Fran en el tramo final del encuentro, pero su entrada en el campo no fue significativa, pues su equipo nunca vio cerca el triunfo. Porque sin juego ni remates, que es lo que le falta al Deportivo, es imposible marcar goles.
El Olympiakos manejó con maestría y firmeza el tramo final del encuentro, acudiendo a las faltas y a las pérdidas de tiempo, mientras las gradas de Riazor comenzaban a vaciarse. El Deportivo sigue penando, mientras el Olympiakos se llevó un punto que le permite soñar con la clasificación.
DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Molina; Manuel Pablo, César, Andrade, Romero; Scaloni, Sergio, Munitis (Héctor, m.88), Luque (Fran, m.70); Valerón y Pandiani.
OLYMPIAKOS: Nikopolidis; Pantos (Kostoulas, m.88), Anatolakis, Schurrer, Venetidis; Rivaldo, Kafes, Stoltidis, Giovanni (Mavrogenidis, m.76), Georgatos (Georgiadis, m.85); y Okkas.
Arbitro: Frank De Bleeckere (Bélgica).