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Maradona "de buen ánimo" tras dos semanas en Cuba

Según confesó el embajador argentino en La Habana, Raúl Abraham Taleb, el ex jugador incluso ha comenzado a hacer actividad física.

05 de Octubre de 2004 | 15:34 | EFE
LA HABANA.- El ex futbolista argentino Diego Maradona, tras cumplir dos semanas de tratamiento en Cuba contra su adición a las drogas, "está muy bien anímicamente y ha comenzado a hacer algunos deportes", dijo el embajador argentino Raúl Abraham Taleb.

Maradona, de 43 años, desde que llegó a la isla el pasado 20 de septiembre está ingresado en el Centro de Salud Mental (Censam), en las afueras de la capital, y próximo a una de las residencias del presidente Fidel Castro en una zona con fuerte custodia y de acceso limitado.

"Maradona está muy bien anímicamente, yo diría que incluso con un cierto grado de euforia y ha comenzado a practicar algunos deportes para mejorar sus problemas con el sobrepeso", dijo el diplomático del país austral.

Taleb comentó que la última de las dos visitas que ha realizado al "Pelusa" tuvo lugar el domingo, y que el ex capitán de la selección argentina continúa acompañado por sus hermanas Ana y Rita.

Añadió que ha evitado hablar con el "diez" de su situación médica, "pero por lo que he apreciado parece estar en pleno tratamiento, pues he visto a enfermeras medicándolo", manifestó.

Taleb comentó que Maradona le dijo que el presidente cubano, Fidel Castro, le había invitado a la inauguración de la Serie Nacional de béisbol, el próximo día 19 de noviembre en el Estadio Latinoamericano de la capital.

"Teniendo en cuenta la envergadura de esa invitación espero que la clínica acceda a que Maradona pueda acudir al estadio habanero", consideró.

Añadió que el "Pibe de oro" recibirá en la institución médica, que ofrece tratamiento bajo la modalidad de "comunidad terapéutica cerrada", al embajador de Qatar, para iniciar las negociaciones sobre su posible visita al país árabe, a donde ha sido invitado a la inauguración de un estadio de fútbol.

Recibirá igualmente las visitas del embajador de Italia y el de Alemania, éste último "con quien mantiene una buena amistad y con quien ha jugado repetidamente al golf en La Habana", dijo Taleb.

El embajador argentino dijo desconocer el tiempo que estaría el ex astro del fútbol en la clínica, dependiente del Ministerio del Interior, "ya que creo que eso dependerá en gran medida de la propia evolución de su tratamiento".

Maradona regresó a La Habana hace 15 días, tras superar los problemas legales y personales que le impedían viajar a la isla y luego de vencer un grave problema de salud que lo puso al borde de la muerte en Buenos Aires el pasado abril.

Taleb dijo que una hermana de Maradona, Ana, le entregará el exhorto enviado por un juez de Buenos Aires para que él lo entregue posteriormente en la cancillería cubana.

Explicó que debido a que hay un proceso judicial abierto, Ana ha sido designada legalmente para informar a la justicia sobre el estado y evolución médica de Maradona.

Desde que regresó a la capital cubana, seleccionado por la FIFA como el mejor futbolista del siglo XX junto al brasileño Edson Aranbtes do Nascimento "Pelé", ha logrado aislarse del acoso de la prensa y de sus admiradores.

Ante la falta de información que rodea la situación de Maradona, el embajador Taleb dijo que ha sugerido que se hagan partes médicos para que los periodistas conozcan el desarrollo de su evolución.

"Hace cinco meses que no consumo cocaína y estoy decidido a salir del túnel de la droga", confesó Diego Maradona al semanario italiano Oggi, que publicó una entrevista exclusiva.

"Estoy seguro de que ganaré esta batalla porque tengo 44 años y estoy más cerca del final de mi vida que del inicio", agregó Diego en declaraciones realizadas en Buenos Aires antes de viajar a Cuba.

Maradona, que este mes cumplirá los 44 años, llegó a Cuba por primera vez el 18 de enero del año 2000 procedente de Montevideo, Uruguay, tras sufrir una grave afección cardíaca por su adición a la cocaína.

El 4 de enero había sido ingresado en una clínica de Punta del Este con un cuadro de hipertensión y arritmia ventricular producido por el consumo excesivo de cocaína.

Con unos cuantos kilos de más, visiblemente enfermo y apenas sin poder hablar, Maradona fue inmediatamente recluido en el exclusivo Centro Internacional de Salud "La Pradera", en las afueras de la ciudad, bajo un régimen ambulatorio, que le permitía ciertas libertades e incluso un poco de vida nocturna.