QUITO.- Más que la victoria por 2-0 sobre Chile, que puso a Ecuador en cuarto lugar de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Alemania 2006, la prensa y la afición locales celebran hoy que la selección sea un equipo compacto, con un sistema definido y, al mismo tiempo, con variantes.
"La transición del 'Bolillo' Gómez a Luis Fernando Suárez terminó sin traumas", dijo el comentarista de la cadena Teleamazonas, Roberto Machado, al destacar lo que todo el público elogiö: Ecuador no perdió el funcionamiento preciso que adquirió bajo la conducción de Hernán Darío Gómez.
El mismo Suárez, que asumió la conducción de la "tricolor" hace diez semanas, resumió la sensación que quedó en la afición tras el partido del domingo: "Este es el Ecuador que siempre queremos tener".
En efecto, después de un primer tiempo en que la selección local manejó la pelota y copó la cancha, pero no supo llegar al arco rival, en el segundo tiempo la selección ecuatoriana abrió los espacios, se dedicó a desbordar por las puntas y controló sus urgencias, con lo que llegó con más frecuencia y peligro al área chilena.
Kaviedes, en el minuto 49, y Méndez, en el 62, anotaron los goles del triunfo de Ecuador, que se ubicó cuarto, con 13 puntos, al final de la primera ronda de las eliminatorias, es decir, el mismo puntaje con que terminó la primera ronda de las eliminatorias anteriores, en las que la "tricolor" terminó segunda de la zona sudamericana.
Dos cambios efectuados por Suárez fueron decisivos en la soltura que demostró Ecuador en el segundo tiempo: la entrada del delantero Franklin Salas, primero, que dio movilidad y sorpresa a la delantera ecuatoriana, y el ingreso, después, del lateral Paul Ambrossi, que mejoró la salida por las bandas.
Sin embargo, Suárez declaró hoy que "a mí me gustó cómo jugamos todo el partido", pues, según aseguró, "Ecuador fue un equipo sólido y fuerte los 90 minutos".
Suárez hizo su presentación como entrenador de Ecuador el 4 de septiembre, en el partido que Uruguay le ganó 1-0 en Montevideo. Ese partido dejó en la afición un sentimiento de zozobra, pues, según un comentario generalizado, el equipo ecuatoriano "no debió perder, pero tampoco supo ganar". Pero esa imagen de impotencia cambió claramente la víspera.
El jueves, en San Cristóbal, de visitante ante Venezuela, Ecuador jugará su décimo partido por las eliminatorias. Hasta ahora, en sus partidos como visitante, la selección ecuatoriana ha bajado mucho su rendimiento. "Confío en que el jueves mantendremos el nivel", dijo Suárez al anunciar hoy que, "en lo fundamental, no habrá cambios".
Ese partido, según coincide en afirmar hoy la prensa local, debe ser ganado si Ecuador quiere repetir la clasificación que logró hace cuatro años. "Sí, saldremos a ganar", anticipó hoy el entrenador.