SOELDEN, Austria.- El estadounidense Bode Miller dejó hoy bien claro que esta temporada piensa ponérselo difícil a los austriacos en la Copa del Mundo de esquí alpino, al imponerse con contundencia en la primera prueba de la competición, el slalom gigante de la estación austriaca de Soelden.
Miller, de 27 años, utilizó precisamente unos nuevos esquíes de fabricación austriaca para imponerse ante el público de sus máximos rivales, que hoy estuvieron discretos, con un tiempo total en las dos mangas de 2:16,44 minutos.
Segundo fue el italiano Massimiliano Blardone, que paró el crono 1,17 segundos después del ganador, mientras que el tercer puesto se lo llevó el finlandés Kalle Palender,otro de los nombres que suenan para la lucha por el título, en un tiempo de 2:17,92 minutos.
Pese a los 20.000 espectadores que asistieron a la prueba, el primer austríaco en la clasificación, Hans Knauss, terminó quinto, por delante de su compatriota Rainer Schoenfelder, ambos a más de un segundo y medio de Miller.
Maier, campeón de la Copa del Mundo de la pasada temporada, tuvo que conformarse con la décimo quinta plaza, a 2,20 segundos del ganador. "Algunos giros fueron buenos pero no pude mantenerlos siempre. Tengo que trabajar mucho para ganar de nuevo un slalom gigante", dijo Maier.
Miller, doble campeón mundial y ganador el año pasado en Soelden, se mostró optimista tras obtener su triunfo número trece en la Copa del Mundo: "Confío en ganar muchas carreras más", dijo. "Fue una carrera dura físicamente, y tuve algunas situaciones difíciles en la segunda manga", explicó.
El estadounidense empezó la temporada tan confiado en sus posibilidades que, según algunos rumores, reservó un local de Soelden para celebrar su victoria antes incluso de disputar la prueba.
Tan exigente se mostró consigo mismo que tras una impresionante primera manga, aún se permitió criticarse a sí mismo: "No lo hice perfecto, no me sentí demasiado bien".
Maier admitió que Miller habia esquiado bien pero rápidamente agregó que la temporada acaba de empezar. "El invierno es largo, vamos a esperar y ver qué pasa"dijo.
Los esquiadores tendrán ahora un mes de pausa antes de que la temporada comience en serio con el descenso de Lake Louise, en Canadá, el 27 de noviembre.
