
SANTIAGO.- Fue una de esas carreras donde todas las jugadas favorecieron a Pecoiquén. El hijo de Hussonet, con el beneplácito de sus rivales y la brillante conducción de Claudio Acevedo, llegó a tener una ventaja de 18 cuerpos y en tierra derecha se hizo inalcanzable para Sam Forli y el resto de los competidores de la 132° versión de El Ensayo.
Pocos creían en el defensor del stud Santamelino, incluso su propietario, Jaime Allende Urrutia, quien reconoció después de la carrera que "fue increíble, pero pensé que en tierra derecha se iba a agotar y perdíamos".
Pero el tres años, criado en el haras Santa Amelia, de Alberto Allende Urrutia, tenía mucho que demostrar hoy en el pasto del
Club Hípico de Santiago. Que sus triunfos en los clásicos Luis Larraín y GP Criadores no eran producto de la casualidad. Que no tenía nada que envidiarle a su compañero de corral y gran favorito de la afición, We Can Seek, a quien precisamente le había infligido la única derrota que tenía en su campaña de cinco participaciones. Que era el indicado para darle a Acevedo su primer triunfo en la máxima prueba de la institución de Blanco Encalada. Que el trainer Juan Cavieres hace un trabajo de lujo con todos sus pensionistas, favoritos o no.
El desarrollo de los 2,4 kilómetros tuvo casi como protagonista exclusivo a Pecoiquén. El alazán se hizo de la vanguardia apenas el juez los puso en carrera y vino marcando el ritmo de carrera, su ritmo, estirando sus patas para devorarse los metros y estirar la diferencia con sus perseguidores hasta 18 cuerpos, cuando dejó atrás el poste demarcatorio de los mil 300 metros. Le seguían Sam Forli, Le Corbusier, Kaleb, Wild Black, Petrol Fox, We Can Seek, Italo Americano, Salamero, Cefalú, Pásanlo y Rocky One.

Al entrar a tierra derecha el puntero se vio más fuerte que nunca. "Es un deseo hecho realidad. Porque nunca lo había soñado, sí quería ganarme alguna vez un Ensayo", dijo Acevedo tras el triunfo.
Y ese deseo se hizo realidad nomás. Sam Forli fue incapaz de darle alcance, pese a los esfuerzos de Juan Galleguillos. We Can Seek y Cefalú nunca demostraron porqué se hablaba sólo de ellos antes de la carrera, sus atropelladas nunca fueron las del Nacional Ricardo Lyon. Y el resto sólo fue un adorno, salvo Kaleb que rescató un digno tercer puesto.
En la meta, Pecoiquén superó por 1 3/4 cuerpos a San Forli, mientras Kaleb llegaba a 11 1/4 cuerpos. El registro para los 2.400 metros fue de 2.24.94, un poco lejos de los 2.23 1/5 de Wolf, que posee el récord de la prueba desde 1990.
"Todo era posible"
Cavieres estaba dichoso, por él, por Pecoiquén, por Acevedo, por Jaime Allende. Sí estaba triste por los propietarios de We Can Seek, pero
a rey muerto, rey puesto.
"Era difícil, pero en las carreras todo es posible. El caballo había trabajado muy bien el largo y le había propinado la única derrota que tenía We Can Seek. Estamos muy contentos por el triunfo", dijo Cavieres.
El preparador también celebró en el Paddock Stakes, más conocido como "El Ensayo chico". Shimby, con David Sánchez, derrotó por medio cuerpo a Marcha Solemne, con registro de 1.44.61 para los 1.700 metros.