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Ejército de tenistas rusas va por el Masters de la WTA

Anastasia Myskina, Svetlana Kuznetsova, Elena Dementieva, Maria Sharapova y Vera Zvonareva llenan cinco de las ocho plazas de las aspirantes a "maestras". El "resto del mundo" está representado por las estadounidenses Lindsay Davenport y Serena Williams y la francesa Amelie Mauresmo.

09 de Noviembre de 2004 | 15:10 | DPA
LOS ANGELES.- El tenis femenino de 2004 pasará a la historia como "el año de las rusas". Para que ese recuerdo sea aún más imborrable, las cinco mayores exponentes del "ejército ruso" intentarán desde mañana, armadas con sus raquetas, conquistar el Masters que se disputa en Los Angeles.

Anastasia Myskina, Svetlana Kuznetsova, Elena Dementieva, Maria Sharapova y Vera Zvonareva llenan cinco de las ocho plazas de las aspirantes a "maestras". El "resto del mundo" está representado por las estadounidenses Lindsay Davenport y Serena Williams y la francesa Amelie Mauresmo.

Tal es el dominio de las rusas que la publicidad utilizada por los organizadores del Masters es una de ellas. Maria Sharapova, la nueva "sex symbol" del circuito, aparece en una foto acompañada de un revelador texto: "Cuanto más cerca, ¡más caliente!".

Sin embargo, las rusas no lo tendrán sencillo. Sharapova, la campeona de Wimbledon, llega a Los Angeles arrastrando una lesión de hombro que se produjo la semana pasada.

Por su parte, Myskina, ganadora en Roland Garros, está acusando el cansancio de una larga temporada, igual que Dementieva, finalista en París y en el US Open, que cayó hace dos semanas inesperadamente en la final de Zúrich ante la australiana Alicia Molik.

La más peligrosa a priori es sin duda Kuznetsova, campeona en Nueva York, que llegará descansada tras tres semanas sin torneos. Zvonareva podría ser la sorpresa: entró a última hora después de llegar a la final de Filadelfia y está en muy buena forma.

Junto al asalto de las rusas, el otro foco de atención estará en la posibiliad, aunque remota, de que Mauresmo arrebate a Davenport el primer puesto del ranking: la francesa debería ganar el torneo y la estadounidense caer estrepitosamente en la primera fase.

La improbabilidad de ello se acrecienta por dos factores que favorecen a Davenport: lleva tres semanas preparando exclusivamente el Masters, y además se disputa en California, una tierra para ella propicia, puesto que este año encadenó los torneos de Stanford, San Diego y Los Angeles seguidos.

Además, Davenport es, junto a Serena Williams, la única de las ocho participantes que sabe lo que es ganar el torneo que cierra la temporada del tenis femenino.

Las grandes ausentes serán sin duda las belgas Justine-Henin Hardenne y Kim Clijsters. Henin-Hardenne estaba clasificada pero dio por concluida su temporada hace casi un mes, mientras que Clijsters, campeona del Masters en 2002 y 2003, arrastra aún una lesión en la muñeca que le impidió jugar casi toda la temporada.

La última gran incógnita del Masters se refiere al público. En los dos años que lleva disputándose en el Staples Center de Los Angeles, el torneo fue conocido por sus gradas vacías, pese a la presencia de las mejores ocho tenistas del mundo peleando por un total de tres millones de dólares en premios, una cifra nada despreciable que asegura lucha hasta el final.

De hecho, la WTA ya decidió que 2004 sería el último año en Los Angeles. Sin embargo, la falta de acuerdo con otras posibles sedes, especialmente en Asia, hizo al circuito dar marcha atrás. Las empresas AEG y Octagon, las organizadoras del evento, sólo esperan dejar de perder dinero.