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WTA: Sharapova y Serena Williams definen el Masters

El partido entre Williams y Sharapova, al margen de definir a la nueva "maestra" del tenis mundial, tendrá también el gran aliciente de ser la revancha de la final del pasado torneo de Wimbledon, que ganó de manera sorpresiva la jugadora rusa.

15 de Noviembre de 2004 | 10:02 | EFE
LOS ANGELES.- La gran final del Masters femenino tendrá como grandes protagonistas a la estadounidense Serena Williams y a la rusa Maria Sharapova, las dos tenistas que más deseaban los aficionados de Los Angeles por todo lo que aportan al mundo del tenis.

El partido entre Williams y Sharapova, al margen de definir a la nueva "maestra" del tenis mundial, tendrá también el gran aliciente de ser la revancha de la final del pasado torneo de Wimbledon, que ganó de manera sorpresiva la jugadora rusa más mediática que hay actualmente en el tenis femenino después de desbancar a su compatriota Anna Kournikova.

Tenis
Serena Williams
La hermana menor de las Williams, que no había tenido su mejor temporada, llegó plena de fuerza y entusiasmo al último torneo del año y aunque no siempre jugó su mejor tenis, si lo hizo en los momentos decisivo de la semifinal ante la francesa Amelie Mauresmo para remontar la perdida del primer set y ganar el partido por 4-6, 7-6(2) y 6-4.

Williams, de 22 años, jugará su tercera final del Masters después de haberlo ganado en 2001 y perder el título en 2002 ante su compatriota Jennifer Capriati.

Sharapova, de 17 años, disputará su primera final del Masters después de comenzar también perdiendo la primera manga del partido de semifinal ante su compatriota Anastasia Myskina, la campeona de Roland Garros, para luego imponerse por 2-6, 6-2 y 6-2 ante la satisfacción que generó su triunfo a los cerca de 10.000 aficionados que fueron a verla al Staples Center de Los Angeles.

"La verdad es que el hecho de haber llegado a la final es algo que ya me colma de satisfacción y no me preocupa demasiado qué es lo que pueda hacer en el partido contra Serena", declaró Sharapova, que se enfrentará por tercera vez este año a la ex número uno del mundo con marca de 1-1.

Tenis
Maria Sharapova
Sharapova dijo que la clave para el duelo con Williams iba a estar en la condición física que pueda presentar, porque reconoció que contra Myskina hubo momentos en los que sintió el cansancio.

Myskina, que no quiso darle crédito al triunfo de Sharapova porque dijo que había sido ella la que lo perdió con sus fallos e inconsistencia a partir del segundo set, adelantó que si Williams, con la que se enfrentó en la primera ronda y perdió, sigue jugando al mismo nivel, su compatriota no tendrá nada que hacer.

"Si Serena juega como lo hizo ante Mauresmo, sinceramente no pienso que Sharapova vaya a tener alguna posibilidad de ganarla", valoró Myskina.

Sharapova no quiso entrar en la polémica con Myskina y se limitó a decir diplomáticamente, que lo importante ya lo había conseguido al llegar a la final y para nada le preocupaban el porcentaje de posibilidades que tenía de ganarla.

"Siento una gran felicidad y eso es algo que nadie me va a poder quitar, al margen de lo que suceda cuando me enfrente a Serena", agregó Sharapova.

Williams, que sólo ha ganado este año dos títulos individuales y ningún Grand Slam, algo que no le sucedía desde 2001, tampoco quiso entrar en polémicas sobre la posible revancha contra Sharapova y se limitó a promocionar sus diseños, esta vez una camiseta blanca que se puso después del partido con el eslogan de "I Heart Me" para expresar "lo mucho que se ama así misma" por todas las cualidades que tiene.

"Me quiero a mí misma y todo lo relacionado con mi persona. Amo mis piernas, mis brazos, mis labios y mis ojos", explicó Williams con una amplia sonrisa. "Pienso que es muy importante para cada uno de nosotros que nos amemos a nosotros mismos".

Alguna explicación ante tanta admiración de Williams por su cuerpo se pudo encontrar en los potentes saques de más de 194 kilómetros por hora y reveses y voleas sobre la red que le permitieron ganar puntos importantes del partido ante Mauresmo.

Más indiferente estuvo al valorar la posible revancha contra Sharapova cuando dijo que no se acordaba si había disputado la final de Wimbledon, ni tampoco sabía quien la había ganado.

"No estuve este año en Wimbledon", declaró Serena medio en broma y en serio.

Todo lo contrario sucedió cuando dijo que se sentía muy feliz porque su compatriota Lindsay Davenport hubiese quedado como la número uno del mundo, en lugar de Mauresmo.

"Me siento muy feliz por Lindsay porque ha tenido unos cuantos años muy difíciles y ahora consiguió volver para ser la número uno del mundo, algo que me motiva a mí a seguir su ejemplo después de los ocho meses que he tenido que estar de baja por la operación de la rodilla", explicó Williams.

Pero por este año, Williams tendrá que conformarse con quedar en el séptimo lugar de la clasificación mundial aunque consiga la victoria en la final del Masters.

Mientras que si el triunfo es para Sharapova, la revelación del tenis ruso, subiría del sexto al cuarto lugar, al margen de llevarse un premio en metálico de un millón de dólares y un automóvil deportivo que entregaría a una organización benéfica.