MADRID.- La selección española, liderada por Xavi, enseñó hoy su mejor cara desde que Luis Aragonés asumió el cargo de seleccionador y derrotó por 1-0 a Inglaterra, que demostró muy pocas cosas en un partido amistoso disputado en Madrid.
Existía mucha curiosidad por ver cómo funcionaba el combinado español con un equipo lleno de jugadores "artistas". Y la prueba no pudo ser más satisfactoria, ya que la selección de Aragonés fue superior a Inglaterra, especialmente en la primera parte, e incluso tuvo minutos muy brillantes.
España hizo la mejor media hora, la primera del partido, desde que Luis Aragonés llegó a la selección. Xavi, en un momento de forma espectacular, gobernó el centro del campo. Supo leer el juego, controlar los tiempos, meter pases profundos y mandar.
El equipo español tuvo el viento a favor desde el minuto 8, cuando marcó el único gol del partido. Xabi Alonso sacó desde la esquina y el balón se paseó por todo el área hasta llegar a la cabeza del lateral Asier del Horno, quien marcó con la cabeza ante la pasividad de la defensa inglesa.
Con Joaquín muy activo en la banda derecha y con Raúl muy hábil en la mediapunta, España pasó por encima de los ingleses, que jugaron muy poco el balón, siempre fiados al pase largo para la velocidad de Michael Owen y de Wayne Rooney, quienes apenas entraron en juego. David Beckham, volcado a la derecha, tampoco tuvo participación.
España pudo ampliar el marcador en el minuto 25. José Antonio Reyes mandó un balón profundo a Raúl, éste fue derribado por el portero Robinson y el árbitro señaló penal, muy protestado por Inglaterra. Pero Raúl tiró mal y el arquero desvió el balón.
España siguió mandando, moviendo el balón de un lado al otro, aunque echó de menos una mejor contribución de su ariete, Fernando Torres, muy acelerado. El "baile" español disgustó tanto a los ingleses que comenzaron las patadas, algunas de ellas muy peligrosas. El futbolista más "caliente" fue Rooney, con un par de acciones exageradas, y Sven-Goran Eriksson, el seleccionador inglés, decidió quitarlo antes del descanso.
Entre golpes y enfrentamientos personales se marchó una primera parte, que dejó 30 minutos de buen fútbol español y 15 minutos de brusquedades.
En la segunda mitad, y con los ánimos más sosegados, llegó la avalancha de cambios, con lo que el ritmo del partido bajó notablemente.
Pero la propuesta española, basada en el toque, se mantuvo invariada y su dominio se mantuvo. Lo que único que cambió fue el peligro creado en el área inglesa, pues Torres y Raúl se quedaron en el vestuario y la propuesta de Albert Luque no funcionó. Más afortunada fue la entrada de Guti, que creó una sociedad muy satisfactoria con Xavi, también el mejor jugador de la segunda parte.
La única ocasión clara hasta el final llegó en el minuto 70, cuando Luque tocó para Miguel Angel Angulo, debutante hoy y que mandó a la grada un balón cuando estaba solo delante de Robinson.
El partido se marchó sin que Inglaterra disparara una sola vez entre los tres palos de la portería española, un dato que habla bien claro del recuerdo que dejaron los británicos en Madrid. En cambio, Aragonés obtendrá mejores lecturas, ya que España ofreció un fútbol más que satisfactorio por momentos; quizá haya encontrado su estilo.