SANTIAGO.- Cuando los chilenos despertaban aún con la amargura de la derrota sumada en Lima, a eso de las 06:45 de esta mañana, el avión que traía a la selección nacional se posó en la losa del aeropuerto Arturo Merino Benítez.
El 1-2 todavía calaba hasta los huesos porque quedó claro que se pudo hacer algo mejor, incluso se pudo empatar en los descuentos a través del delantero Sebastián Gonzálaez, autor del descuento cuando el partido expiraba.
En las más de cuatro horas de viaje desde el aeropuerto Jorge Chávez, los futbolistas chilenos, cuerpo técnico y dirigentes se mostraron cabizbajos y guardaron silencio, cuestión que se repitió a la bajada del avión y que contrastó con el viaje de ida del charter.
Juvenal Olmos habló a la salida del sector de aduana y reiteró algunos conceptos sostenidos anoche en la conferencia de prensa realizada en el estadio Nacional.
"Tengo mucha confianza en que verdaderamente el año 2005 va a ir creciendo en lo que significa el funcionamiento y el capturar puntos para nuestra selección. Va a estar muy peleado y nosotros vamos a estar hasta el último momento entre quienes van a buscar la clasificación", dijo.
El técnico fue, una vez más y ante las consultas de la prensa, confirmado en su puesto por el presidente de la ANFP, Reinaldo Sánchez.
El timonel ya lo había dicho anoche al término del encuentro, pero hoy volvió a repetirlo: "Siempre he dicho que no vamos a cambiar al entrenador. Más allá de una nueva derrota, nuestro objetivo ha sido siempre clasificar al Mundial", dijo.
"Con todos estos resultados, la tabla se estrechó más. Todos estamos cerca de todos. Esperemos que con Uruguay (26 de marzo) se corrijan las deficiencias para que aumenten nuestras posibilidades", agregó.
Los jugadores quedaron libres, especialmente los que juegan en el extranjero, quienes deben viajar a los respectivos países para integrarse a sus equipos.
