MADRID.- El piloto español Carlos Sainz, campeón del mundo en 1990 y 1992, declaró momentos antes de recibir el homenaje de miles de personas en el centro de Madrid, que con el mismo se resarce de cualquier mal momento que haya podido tener en su carrera deportiva y con él cumple "un sueño".
"Nunca en el mejor de mis sueños hubiera pensado que la última vez que subiera en un coche de competición sería en el centro de Madrid, rodeado de mi familia, de mis amigos y de la afición", indicó el piloto, minutos antes de hacer un recorrido con el Citroen Xsara con el que ha participado este año en el Mundial.
Sainz, preguntado en rueda de prensa por sus planes de futuro, dijo que no es bueno tomar decisiones de forma apresurada y que sigue abierto en periodo de reflexión que anunció en su retirada.
Sin embargo, el piloto declaró que no descarta participar en el Paris-Dakar de 2006, siempre que la marca con la que compita le permita hacerlo en varias ocasiones para conocer la prueba, que, dijo, no tiene nada que ver con los rallys. Además consideró que el equipo debe ser serio y destacó la repercusión que la prueba africana tiene en los medios de comunicación mundiales.
Reiteró que la federación internacional de automovilismo tiene que estudiar con profundidad cualquier cambio en el mundial de rallys para no perjudicarle, aunque señaló que no sabe qué tiene esta especialidad que siempre sale adelante.
"Proyectos ahora llegan muchos, pero cualquier decisión tomada apresuradamente no es buena. Ahora quiero disfrutar de mi familia, de mis amigos y cumplir compromisos que antes no podía cumplir, pero proyectos inmediatos no tengo", explicó el piloto.
Sainz tuvo palabras de agradecimiento para Citroen, el Ayuntamiento de Madrid, su familia, sus amigos y la afición: "Es un día que nunca olvidaré y del que voy a disfrutar cada minuto y cada segundo".
El momento más emotivo se produjo al final de la rueda de prensa cuando un periodista canario le hizo entrega a Sainz de una placa de recuerdo y reconocimiento de la afición insular.
