LOS ANGELES.- "Doc" Rivers, entrenador de los Boston Celtics, regresó a Orlando, de donde fue despedido la pasada temporada, y se cobró una contundente venganza al derrotar a los Magic por 117-101 en la NBA.
Los Celtics jugaron anoche uno de sus mejores partidos de la temporada y arrasaron a su rival, después de jugar una primera parte espectacular. Sentenciaron el partido en el primer cuarto, al llegar con ventaja 37-20, ampliada al descanso con un parcial 69-45.
La estrella Paul Pierce sumó 24 puntos y el suplente Marcus Banks logró 20, para unos Celtics que tuvieron a siete jugadores con cifras dobles en anotación, suficiente argumento para romper una racha de cuatro derrotas consecutivas.
Rivers se marchó de la cancha rodeado de cámaras y flashes de fotógrafos, mientras felicitaba a todo su equipo tras la exhibición dada en Orlando. Su despido de hace un año fue amargo: lo echaron tras el undécimo partido, después de sumar diez derrotas. Atrás dejó, entre otras cosas, cuatro temporadas de trabajo, una marca de 171 triunfos y 168 derrotas, tres apariciones en "play off", y un reconocimiento de "Entrenador del año" en 2001.
El técnico de los Celtics se fue de Florida con resentimiento, pero parece que ya curó sus heridas. "No es mi victoria, sino la de mis jugadores. Ellos respondieron", dijo Rivers.
Pierce reveló más cosas a los periodistas. "Sé que Rivers es muy feliz ahora, porque no se puede olvidar que le despidieron. Todo salió bien para él y para nosotros", manifestó el alero.
La derrota de los Magic fue una gran sorpresa, ya que el equipo comenzó muy fuerte; pero esta vez disputó su peor partido de la temporada. "No llegamos a jugar", dijo Johnny Davis, su técnico.
