VALENCIA/LONDRES.- El Arsenal y el Valencia, actuales campeones de las ligas inglesa y española, y el Oporto, último campeón de Europa, se juegan mañana el todo o nada de su futuro en la Liga de Campeones, recibiendo a Rosenborg, Werder Bremen y Chelsea, respectivamente.
El Arsenal, segundo del Grupo E con siete puntos, tiene más posibilidades que los españoles. Un triunfo les asegura el pase, pero si el Panathinaikos no gana en Atenas al PSV Eindhoven, también le bastaría un empate ante los noruegos. Los holandeses ya están clasificados con diez puntos, mientras que los griegos son terceros con seis puntos y los noruegos ya están eliminados con dos.
El delantero francés de los "gunners" Thierry Henry será el capitán, en ausencia de su compatriota Patrick Vieira, suspendido, y asume sin dudarlo toda su responsabilidad. "Si no ganamos y nos eliminan, me guste o no será mi culpa. Así son las cosas", afirmó Henry.
Al Valencia sólo le basta en cambio un resultado, el triunfo, y además con determinados condicionantes. El 1-0 les clasificaría, pero si los alemanes marcan aunque sea un gol, los españoles estarán obligados a vencer por dos o más tantos de diferencia.
Los pupilos de Claudio Ranieri tienen a su favor estar en racha, con cuatro victorias consecutivas, y el apoyo de los 52.000 espectadores que llenarán Mestalla.
En su contra estarán las numerosas e importantes bajas por lesión que les aquejan desde hace meses. Roberto Ayala, David Albelda, Miguel Angel Angulo y Vicente Rodríguez no podrán estar ante los alemanes, y ello provoca la "italianización" del equipo: Marco Caneira como central, Stefano Fiore como interior y Marco Di Vaio como delantero serán titulares.
"Debemos tomar la iniciativa desde el principio, sin dar a los alemanes la oportunidad de respirar", afirmó Ranieri.
Por su parte, el Oporto está obligado a derrotar en casa al Chelsea y esperar que el París-Saint Germain no pase del empate, si quiere seguir optando a renovar el título conquistado el año pasado.
El choque de los portugueses, segundos con cinco puntos, ante el Chelsea, ya clasificado y seguro primero con trece, tiene el morbo añadido del regreso del técnico José Mourinho al estadio en el que triunfó los dos pasados años.
Mourinho, ahora director del Chelsea, pidió protección especial ante las amenazas de muerte recibidas de aficionados portugueses, e incluso la UEFA lo eximió de dar la obligatoria rueda de prensa antes del partido.
El Oporto, ahora entrenado por el español Víctor Fernández y que el domingo se jugará en Tokio ante el Once Caldas colombiano la Copa Intercontinental, está empatado en el Grupo H con el PSG a cinco puntos y a goles, con dos a favor y cinco en contra, pero los franceses ganan en los enfrentamientos directos entre ambos equipos, el primer criterio de desempate.
El otro grupo que concluye mañana, el F, sólo tiene por resolver quién será el primer clasificado y quién será el tercero, que da acceso a la Copa de la UEFA.
El Milan, líder con doce puntos, visita al Celtic de Glasgow, tercero con cuatro puntos, mientras el Barcelona, segundo con diez puntos, viaja a Ucrania para medirse al Shakhtar Donetsk, último con tres puntos.
El Barcelona, en espléndida forma, tiene el problema de las lesiones y no podrá dar descanso a casi ninguno de sus titulares. Frank Rijkaard viajó a Ucrania con sólo 13 jugadores de la primera plantilla, y completará el banquillo con juveniles.