Ronaldo vuelve a su estadio "maldito"
Con la camiseta del Real Madrid, este miércoles pisará el estadio Olímpico de Roma, donde se lesionó por segunda vez su rodilla y donde perdió un "scudetto" con la camiseta del Inter de Milán.
07 de Diciembre de 2004 | 09:49 | EFE
La jornada de hoy
ROMA.- Ronaldo, uno de los principales baluartes del Real Madrid para ganar al Roma y acceder a los octavos de final de la Liga de Campeones, vuelve este miércoles a jugar en un estadio Olímpico de negativo recuerdo para él, pues ahí vivió dos de los peores momentos de su carrera deportiva.
Que el estadio Olímpico de Roma es "maldito" para Ronaldo es un hecho. Lo fue en su etapa del Inter de Milán. Y sobre este terreno de juego, además, disputó su último partido como jugador del club interista, pasando meses después al Real Madrid.
Y es que sobre el césped del Olímpico, una instalación construida con motivo de los Juegos de Roma de 1960 y remodelada para el Mundial de Italia de 1990, Ronaldo, primero, se rompió por segunda vez su rodilla y, meses después, perdió un "scudetto" (título liguero).
Eso sí, en ambas ocasiones el rival del Inter de Milán de Ronaldo no era el Roma, sino el Lazio, el otro gran club romano.
La primera "maldición" del Olímpico para Ronaldo llegó en un momento que debía ser feliz para él. El 12 de abril de 2000 se jugaba el Lazio-Inter de Milán (2-1), ida de la final de la Copa de Italia, y Ronaldo, tras 144 días apartado de los terrenos de juego por una lesión en la rodilla derecha, volvía a los terrenos de juego.
Ronaldo entró al campo (m.59), en lugar del rumano Adrián Mutu, y nada más salir recibió una fuerte entrada por parte del portugués del Lazio Fernando Couto, quien vio la tarjeta amarilla por su acción.
Pero lo peor para el brasileño llegó en el minuto 65, cuando en una jugada personal, tras una serie de fintas, su pierna derecha se quedó bloqueada en el césped.
Ronaldo cayó al suelo con claras muestras de dolor y tuvo que ser retirado del terreno de juego en camilla con claros gestos de dolor, y en medio de los aplausos del público y de la preocupación de sus compañeros y rivales.
Al día siguiente, viajó a París desde el aeropuerto milanés de Linate en un avión privado del accionista mayoritario del Inter de Milán, Massimo Moratti.
Por la tarde, fue operado de una rotura traumática del tendón de la rotula derecha, en una intervención que duró dos horas en el Hospital de la Pitie Salpetriere.
Ronaldo ya había sido operado de esa misma rodilla seis meses antes (30 de noviembre de 1999) y en ambas ocasiones por el cirujano Gérard Saillant. Su recuperación se alargó mucho más de lo anunciado tras la operación.
El brasileño, tras un duro y constante trabajo de recuperación -gran parte en Brasil-, tardó ni más ni menos que 512 días en volver a los terrenos de juego en partido oficial. Lo hizo el 20 de septiembre de 2001, en el segundo tiempo del partido de la Copa UEFA entre el Inter y el Brasov rumano (3-0).
Cuando el locutor anunció el nombre de Ronaldo, el estadio estalló en un clamor unánime. Eran las 22 horas y 17 minutos de la noche, hora local.
Jugó 29 minutos de enorme alegría, tocó 21 balones, dio seis pases, tiró dos veces a puerta, y casi marcó. Antes de salir el entonces técnico interista, el argentino Héctor Cúper, se le acercó y le dijo al oído: "Recuerda que eres un gran campeón".
La otra "carga" del Olímpico
Casi ocho meses después, el 5 de mayo de 2002, los mismos protagonistas, Ronaldo y Cúper, vivieron sobre el Olímpico de Roma una tarde que marcó la total ruptura entre ambos y del brasileño con el Inter. Era la segunda "maldición" del estadio para el delantero.
El Inter de Milán, en la última jornada de Liga, con todo a su favor para lograr el "scudetto" de 2001-02 visitaba a un Lazio que no se jugaba nada.
Los interistas llegaban como líderes y, con ello, con la ventaja de ser el único de los tres aspirantes al título (los otros dos eran el Juventus Turín y el Roma) que dependía de sí mismo: llevaban un punto a juventinos y dos a romanistas.
El estadio Olímpico estaba lleno de seguidores interistas. Y estos se vieron apoyados por los aficionados laciales, quienes animaron al Inter por el deseo de que fuera él quien ganase el título antes que lo hiciese el "odiado" Roma o el Juventus Turín.
El Inter, con Ronaldo de inicio, se puso dos veces con ventaja (0-1 y 1-2), pero llegó al descanso empatado (2-2). En tanto, ya el Juventus ganaba en Udine (0-2). Esto puso nervioso al Inter que cayó de forma estrepitosa en la segunda mitad, perdiendo por 4-2.
Adiós al "scudetto", que falta en el Inter desde 1989. Pero también fue el inicio del adiós de Ronaldo como interista. El brasileño había sido retirado por Cúper en el minuto 78, con el equipo interista perdiendo por 3-2, y nada más llegar al banquillo, con la cabeza agachada sujeta entre sus brazos, lloró con desesperación, rabia e impotencia la derrota de su equipo.
La imagen de Ronaldo, sus lágrimas, dieron la vuelta al mundo. Y empezó a abrirse de forma irreparable la brecha entre el brasileño y el Inter, o mejor dicho, entre el jugador y Cúper.
Ese fue el último partido de Ronaldo con el Inter de Milán.
Días después, antes de viajar a la concentración de su selección para preparar el exitoso mundial de 2002, Ronaldo se reunió con Massimo Moratti y le dijo: "Cúper o yo".
Moratti, casi un padre para Ronaldo, como el propio jugador ha dicho en varias ocasiones pues estuvo siempre a su lado durante sus lesiones, creyó que se trataba de una "rabieta" de su estrella y se propuso dejar pasar el verano. El brasileño y sus representantes, no. Y empezó el culebrón de su marcha.
Su reivindicación como jugador y goleador en el mundial Japón-Corea 2002, llevó a Brasil a la conquista del título. Y le abría miles de puertas. La más codiciada la del Real Madrid, pues Ronaldo quería ganar algo grande a nivel de club. No lo había hecho ni con el PSV Eindhoven ni con el Barcelona ni con el Inter.
El 1 de septiembre, tras múltiples y largas reuniones, tras horas de complicada y larga negociación entre los clubes, Ronaldo se fue de Milán a primera hora hacía Madrid y firmó su contrato.
Ahora vuelve por vez primera a jugar al estadio Olímpico, un problema físico le impidió estar en el Roma-Real Madrid, 0-3, del 17 de septiembre de 2002, con los colores madridistas. Espera romper con los malos recuerdos que le supuso este estadio como interista, si puede anotar un gol, y, sobretodo, que, al terminar el partido, su equipo pase a los octavos de final.