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| POR EL TERCERO |
| Si Osorno gana el título, será su tercera corona en la Dimayor. Las anteriores fueron en las temporadas 1999-2000 y 2000-2001. |
OSORNO.- Hay ocasiones que las explicaciones sobran. Y anoche, cuando terminó el primer cuarto entre Osorno y Llanquihue, cualquier palabra que intentara contar lo ocurrido sobraba: los locales ganaban con una comodidad tan amplia como sorprendente (32-7).
Los primeros diez minutos de partido fueron un monólogo de los "Toros". Llanquihue se equivocó en casi todos los ataques y su labor defensiva fue inexistente.
Los visitantes estaban desconcertados. Su mejor hombre, Lawrence Wallace, fue un fantasma del gran jugador que es y debió ser sustituido prontamente.
El cambio fue para peor. Francisco Véliz se llenó de faltas (3) y tuvo que retornar a la banca, dejando paso a José Luis Campos.
Por su parte, a los osorninos les salió todo, conducidos por el notable Eric Carrasco, líder absoluto del conjunto de Daniel Allende. Así, la diferencia de 26 puntos con que se llegó al entretiempo no le extrañó a los presentes en el Monumental María Gallardo.
A los lecheros ni siquiera les incomodó la ausencia de Lino Sáez. Su reemplazante, Cristián Pérez, se constituyó en un factor determinante de la ofensiva al encestar triples en momentos clave del partido.
Pero Llanquihue no se rindió. El bicampeón del básquetbol local entró al segundo tiempo dispuesto a estrechar los números. Patricio Briones asumió el liderato del equipo de Puerto Varas y Jermaine Tate se convirtió en su escudero.
También ayudó que Carrasco pasó gran parte del período en la banca. Quizás confiado, acaso sorprendido, la ventaja de los locales se fue estrechando. Al cabo del tercer cuarto, sólo 10 puntos separaban a ambos quintetos y la incertidumbre de cara al último tiempo era total.
Entonces volvió a ser decisivo Carrasco. Gracias a su manejo, Osorno retomó el orden. Aunque no fue como el baile de los instantes iniciales, alcanzó para que las diferencias se mantuvieran en un rango cercano a la decena de unidades.
Los ánimos se fueron caldeando y todo estalló con el cobro de una falta técnica en contra de Tate. Los alegatos de la visita no se hicieron esperar y duraron varios minutos. Rodrigo Espinoza pasó largo rato dialogando con el árbitro. Claro que esa fue la única vez que se hizo notar: su aporte en el cesto rival fue de apenas un punto, logrado con un tiro libre cuando quedaba 1:37 y cuando todo estaba decidido.
El triunfo le permite a Osorno lograr una ventaja de 3 victorias contra 2, quedando a sólo un éxito de convertirse en el nuevo monarca. La primera ocasión para lograrlo será este viernes, a las 22 horas, en Puerto Varas. Si, por el contrario, Llanquihue logra ganar, forzará a un séptimo partido el sábado en la casa de los "Toros".
