ZURICH.- Las principales ligas europeas bajarán el telón de la temporada 2005-06 el 14 de mayo para permitir que los jugadores preparen el Mundial de Alemania, según acordó hoy el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
Joseph Blatter, presidente de la FIFA, explicó que únicamente las competiciones de segundo rango podrán prorrogar sus torneos más allá de esa fecha, previa solicitud y con la obligación de liberar a los futbolistas reclamados por sus selecciones para la cita mundialista.
Blatter explicó que, para alcanzar esta decisión, se ha eliminado del calendario de compromisos internacionales la fecha reservada para marzo del 2006.
Además, la final de la Liga de Campeones pasará de aquel año pasará a disputarse el 17 de mayo en lugar del 24 previsto inicialmente.
El presidente de la FIFA anunció también que, próximamente, se hará público el calendario unificado e invitó a "todas las partes" a que cedan en sus pretensiones para sellar un acuerdo y evitar "una saturación de fútbol, al tiempo que se contribuye a cuidar a los futbolistas".
Joseph Blatter se refirió especialmente al vicepresidente del Barcelona, Sandro Rosell, como un representante de club en el grupo de trabajo que prepara ese calendario, explicando que el dirigente catalán pidió encarecidamente que se le permitiese formar parte del debate, lo que a su vez le impediría criticar la decisión final por ser también responsable.
Entre las ventajas del futuro acuerdo, Blatter destacó la de evitar que los jugadores sudamericanos deban realizar excesivos viajes transoceánicos para alinearse con sus selecciones.
Mucho más crítico se mostró el presidente de la FIFA con el grupo que integran los grandes clubes europeos, el denominado G-14, al que dijo no reconocer.
Joseph Blatter, ante la solicitud del G-14 de recibir una compensación económica por la cesión de jugadores a las selecciones, manifestó que "la FIFA paga a las federaciones nacionales, no a los clubes".
De inmediato, Blatter subrayó que algunas de esas federaciones, como la suiza, abonan ciertas cuantías a los equipos por el préstamos de los futbolistas e hizo pública la creación de un fondo de 50 millones de francos suizos para responder ante los clubes cuyos jugadores se lesionen en el Mundial de Alemania.
La idea inicial pasaba por la contratación de un seguro, pero la FIFA denuncia la imposibilidad de conseguirlo, por lo que ha creado ese fondo con el aporte del cinco por ciento de los ingresos a percibir por las federaciones nacionales.
Joseph Blatter fue también crítico con las actitudes racistas que se han apreciado recientemente en campos de fútbol y se refirió especialmente a las que se produjeron durante el reciente amistoso disputado por las selecciones de España e Inglaterra.
Pendiente la federación española de una sanción de la FIFA, Blatter consideró el fenómeno del racismo como "deplorable".
El Comité Ejecutivo de la FIFA debatió también otros asuntos como el de los casos de muerte súbita que se han dado últimamente en futbolistas e instó a los clubes, federaciones y jugadores a que instauren controles médicos exhaustivos.
Joseph Blatter manifestó su satisfacción por la liberación de la madre del brasileño Robinho, que había sido secuestrada, y restó trascendencia al posible pago de un rescate por entender que "lo más importante es que esa mujer pase las navidades con su hijo".