PHOENIX.- La marcha triunfal continuó una jornada más para los Suns de Phoenix que confirmaron su condición de mejor equipo de la NBA después de vencer por 109-102 a los Grizzlies de Memphis y lograr la décima victoria consecutiva.
El triunfo dejó a los Suns con un récord de 23-3, el mejor de su historia para un comienzo de temporada, y los 10 consecutivos, son los primeros que logran desde la temporada de 1997-98.
De nuevo, el poder físico del pívot Amare Stoudemire, que consiguió 30 puntos con 11 rebotes y dos tapones, junto con la dirección del base Steve Nash, que aportó 17 tantos y 14 asistencias fueron las claves para que los Suns lograsen un 46,0 por ciento de cierto en los tiros de campo y un 39,3 en los triples (11 de 28).
El alero Shawn Marion, el jugador que simboliza la ejecución de la nueva versión del "fast break" (saque rápido), que dirige el canadiense Nash, completó el ataque de los Suns al conseguir 29 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias.
Por si todo lo anterior no fuese suficiente, el alero Quentin Richardson, otro de los grandes fichajes de verano que lograron los Suns, hizo su trabajo al conseguir 17 puntos y 10 rebotes.
A pesar de la derrota, la segunda consecutiva, los Grizzlies, jugaron su mejor partido de conjunto bajo la dirección del entrenador Mike Fratello y lo demostraron al tener a los cinco titulares con 10 o más puntos y un porcentaje del 51,9 de acierto en los tiros de campo y el 47,6 (10-21) en los triples.
El escolta Mike Miller con 22 puntos encabezó el ataque de los Grizzlies (12-17), el base Jason Williams lo apoyó con 21 y nueve asistencias y el español Pau Gasol, que salió como pívot, aportó 19 tantos y capturó siete rebotes.
El alero James Posey, que ocupó el puesto de Gasol encestó 18 puntos y Shane Battier logró 10 tantos y 10 rebotes para los Grizzlies, que bajaron a 7-6 su marca bajo la dirección de Fratello.
"Ha sido otro gran partido el que hemos jugado y nos faltó un poco de suerte y de concentración en los momentos finales del cuarto período", comentó Gasol. "A pesar de la derrota, creo que el jugar de esta forma ante el mejor equipo de la liga y de visitantes es algo que te debe servir de motivación".
Gasol, que dijo sentirse a gusto como pívot, jugó 35 minutos para anotar 8 de 14 tiros de campo y 3 de 4 desde la línea de personal, puso dos tapones y dio una asistencia para los Grizzlies, que completaron una gira de cuatro partidos fuera de su campo para quedar empatados a 2-2 después de haber ganado los dos primeros en el Staples Center de los Angeles ante los Clippers y los Lakers.
El jugador español, como el resto de sus compañeros regresan a Memphis y no volverán a tener partido hasta el próximo lunes cuando se enfrentan en su campo del FedEx Center ante los Clippers.
"Haber ganado dos partidos fuera de nuestro campo es importante, aunque la verdad es que tuvimos posibilidades de haber conseguido al menos una tercera victoria", valoró Gasol. "Pero ha llegado el momento de pensar un poco en el descanso y disfrutar estos días festivos junto a la familia".
