MADRID.- El brasileño Vanderlei Luxemburgo, nuevo entrenador del Real Madrid, apenas necesitó unas horas para avisar de sus intenciones: propuso dos días de concentración para sus jugadores y preparó duras sesiones físicas que hoy dejaron a más de uno con la lengua fuera por el esfuerzo.
Luxemburgo parece haber atendido el reclamo de buena parte de la hinchada y de la prensa, y tardó poco en dar la razón a quienes aseguran que es un técnico con "mano dura". Hacía tiempo que no se veía sudar tanto a los jugadores madridistas en una sesión de entrenamiento.
Mariano García Remón, destituido la pasada semana como entrenador del Real Madrid, ya tenía previstas estas sesiones de trabajo de mañana y tarde; y Luxemburgo no sólo aceptó el plan, sino que lo corrigió para hacerlo especialmente intenso.
El Real Madrid afrontará un mes de enero extremadamente exigente, con dos partidos a la semana, y con la idea de enderezar el rumbo errático adoptado desde el comienzo de la temporada. El miércoles juega ante la Real Sociedad los seis minutos que le quedan pendientes del encuentro suspendido el 12 de diciembre por una amenaza de bomba. Y el domingo, el primer plato fuerte: el "clásico" ante el Atlético de Madrid.
Luxemburgo preparó una sesión matinal muy dura, con carreras de medio fondo y "sprints". En las distancias largas, nadie sufrió más que el delantero Ronaldo, doblado por buena parte de sus compañeros. Cuando el esfuerzo terminó, el futbolista brasileño quedó tirado en el suelo durante varios minutos, aunque luego tuvo tiempo para bromear con los periodistas: "No lo han visto bien: soy yo quien ha doblado al resto", dijo.
Después del esfuerzo, los futbolistas se fueron al gimnasio y luego comieron todos juntos, un hecho que tampoco es habitual esta temporada.
Luxemburgo quiere ponerse al día cuanto antes, ya que sabe que la competición apenas concede tiempo para la pausa. Antes de comenzar la sesión vespertina, el técnico brasileño tuvo reuniones separadas con cada uno de los miembros de la plantilla con el fin de explicar su proyecto y conocer en qué situación se encuentra cada futbolista. El día quedó completo con el último entrenamiento, donde Luxemburgo aplicó parte de su idea de juego, basada en la posesión del balón.
El Real Madrid trata de actuar con normalidad ante una situación ciertamente anómala, como es el hecho de contar con su tercer entrenador en tres meses de competición, tras la dimisión de José Antonio Camacho y la destitución de García Remón.
El central argentino Walter Samuel no ocultó hoy su sorpresa de la llegada de Luxemburgo. "Yo estaba en Argentina y me enteré cuando llegué. Los jugadores no tenemos mucho que opinar. Con García Remón también estuvimos bien y no tuvimos ningún problema, pero son decisiones del club", manifestó.
Todo es tan extraño en el Real Madrid que su nuevo técnico apenas se sentará seis minutos en su debut, ante la Real Sociedad, con el partido empatado a un tanto. Y el Atlético de Madrid espera en el horizonte.
