SAO PAULO.- El club Sao Caetano, de Sao Paulo, separó de su plantel al atacante Fabrizio Carvalho, de 27 años, que presentó arritmia cardíaca en exámenes practicados en enero, para evitar otra tragedia como la muerte de Serginho por un infarto durante un partido el 27 de octubre último.
Fabrizio, goleador del equipo paulista, "está siendo sometido a nuevos exámenes, más detallados, y serán divulgados el próximo fin de semana", anunció Mauricio Bezeera, médico del Sao Caetano.
La arritmia cardíaca del jugador fue comprobada en los exámenes médicos de rutina realizados el mes pasado en el Hospital del Corazón de Sao Paulo. El atacante fue separado de toda actividad del club hasta saber la gravedad de su enfermedad.
Las autoridades del Sao Caetano, el presidente Nairo Ferreira de Souza, y el médico Paulo Forte, fueron acusados de homicidio y pueden ser condenados de 20 a 30 años de prisión por la muerte del jugador Serginho.
El fiscal penal Rogerio Leao Zagallo los acusó ante el juez Cassiano Ricardo Zorzi Rocha, que el viernes dio curso al proceso, de estar informados desde febrero de 2004, de que el futbolista de 30 años de edad tenía problemas cardíacos y que debía abandonar la práctica del deporte.
No obstante, Paulo Sergio de Oliveira Silva, Serginho, continuó activo, y según el documento de Zagallo, "el club sometió al jugador a más de 50 partidos en tres campeonatos", hecho que, en su opinión, "provocó la muerte del futbolista".
Semanas atrás un informe de la Universidad Federal de Sao Paulo reveló que Serghinho debió someterse a un trasplante de corazón debido a la gravedad de su problema, detectado inicialmente por el Instituto Nacional del Corazón.
Serginho se desplomó inconsciente durante un partido contra Sao Paulo, por el Campeonato Brasileño disputado el 27 de octubre de 2004, y a pesar de las tentativas de reanimarlo fue declarado muerto poco después en un hospital próximo del estadio.