RÍO DE JANEIRO.- Por primera vez en una década el autódromo de Jacarepaguá, en Río de Janeiro, no acogerá este año un Gran Premio de Motociclismo, que desde 1995 era parte del calendario del Campeonato Mundial.
La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) confirmó los mayores temores de los aficionados brasileños, al informar que, en lugar de la prueba carioca -prevista para realizarse el 17 de abril- se disputará el Gran Premio de Turquía, el 30 de octubre.
La decisión se debe a que la Municipalidad carioca no firmó el contrato para la realización de la prueba y alegó que el autódromo será escenario, en breve, de una amplia reforma con miras a la realización de los Juegos Panamericanos de 2007, en Río de Janeiro.
Según el representante de la empresa organizadora del Gran Premio de Brasil, Moacyr Galo, la Municipalidad de Río de Janeiro se negó a firmar el contrato para la realización de la prueba y también a pagar los tres millones de dólares para financiar parcialmente la realización del evento.
Galo se reunió hoy con el alcalde César Maia para comunicarle oficialmente la decisión de la FIM que, según aseguró, "es irreversible".
"Brasil perdió la prueba. Río de Janeiro perdió todos los plazos posibles para realizar la carrera", agregó.
A través de su asesoría de prensa, Maia afirmó que no pudo firmar el contrato hasta el miércoles pasado -el último plazo concedido por la FIM- porque todavía ignora el cronograma de obras que serán realizadas en el autódromo con miras a los Juegos Panamericanos de 2007.
"Río perdió la prueba porque otorgó prioridad a los Juegos Panamericanos. No podemos perjudicar a los Panamericanos", justificó.
Las obras de reforma del Autódromo de Jacarepaguá se destinan a construir allí un gimnasio, un parque acuático y un velódromo, además de un hotel.
El proyecto, aprobado por la Municipalidad, generó duras críticas por parte de la Confederación Brasileña de Automovilismo (CBA), que interpretó la reforma como una "sentencia de muerte para pruebas internacionales" para el autódromo.
Según el presidente la CBA, Paulo Scaglione, la reforma eliminará parte de la pista del circuito, cuya extensión se reduciría de los actuales cinco kilómetros a unos 2,7 kilómetros, lo que, a juicio de los expertos, volvería inviable la realización de pruebas del Mundial de motociclismo.
El secretario de Deportes de Río, Ruy Cézar, aseguró que el proyecto prevé adaptaciones para aumentar la extensión de la pista a hasta 4,8 kilómetros para eventos internacionales, por lo que "no habrá perjuicio para las carreras".
La reforma del autódromo se basa en el proyecto presentado por un consorcio formado por empresas brasileñas y extranjeras, cuyo costo total ha sido calculado en unos 178 millones de dólares.
El grupo se comprometió a financiar la obra, a cambio de una concesión de la Municipalidad para que, después de los Juegos Panamericanos, las empresas puedan administrar el autódromo, un estadio de fútbol con 45.000 asientos y un hotel cuatro estrellas con 400 habitaciones, a ser construidos en el lugar.
Según la prensa, el proyecto le abre además al grupo la posibilidad de construir posteriormente un centro comercial, centros de recreación y de edificios residenciales en el área del autódromo.