MADRID.- El fútbol español parece al fin decidido a movilizarse contra el creciente brote de racismo surgido en sus campos, y el Consejo Superior de Deportes (CSD) se reunirá mañana con la Federación Española (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), para establecer un "plan de choque".
Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, convocó el viernes a todos los estamentos que dirigen el fútbol español a una reunión "con carácter urgente", después de manifestar su preocupación por los últimos acontecimientos, según dijo un protavoz del CSD, el máximo organismo deportivo español.
El propósito es estudiar "acciones conjuntas y contundentes que contribuyan a alejar del fútbol todos los comportamientos racistas y xenófobos". A la reunión asistirán Angel María Villar, presidente de la RFEF, José Luis Astiazarán, presidente de la LFP, además de Gerardo González Movilla, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Las administraciones públicas tomaron conciencia de un problema que, lejos de aplacarse, se perpetúa jornada tras jornada dentro del fútbol español. El domingo, por ejemplo, volvieron a repetirse las manifestaciones xenófobas contras jugadores de raza negra.
Parece que la RFEF también parece dispuesta a actuar contra estos brotes, después de que recibiera muchas críticas por la pasividad con la que actuó en los meses precedentes con otras manifestaciones xenófobas. Así, dos árbitros de primera división reflejaron los incidentes racistas registrados en sendos partidos disputados el domingo.
Por ejemplo, Pérez Burrull escribió en su acta los insultos recibidos por el arquero camerunés Carlos Kameni durante el encuentro jugado entre el Málaga y el Espanyol. "La primera vez que intervino el portero del Espanyol, detrás de su portería, se escucharon gritos imitando el sonido de un mono, por lo cual se detuvo el partido, para instar al delegado a que se advirtiera de tales compotamientos a través de la megafonía", explicó.
Y algo similar ocurrió en la localidad madrileña de Getafe, donde sus hinchas radicales repitieron ante el Osasuna los gritos lanzados hace unas semanas sobre el delantero barcelonista Samuel Eto’o. Esta vez, los insultos se dirigieron contra el uruguayo Morales.
"Durante el transcurso del encuentro, ocasionalmente y coincidiendo cuando el jugador del Club Atlético Osasuna D. Richard Morales Aguirre intervenía en el juego, un pequeño sector de la zona de preferencia imitaban los sonidos de un mono", suscribió el árbitro Ramírez Domínguez.
Estos dos clubes se enfrentan ahora a una probable sanción de la RFEF, ya que ésta tiene la capacidad de hacerlo sin esperar el requerimiento del CSD, pues sus árbitros lo reflejaron a las respectivas actas arbitrales.
Durante esta temporada, sólo el Albacete recibió una multa por incidentes xenófobos, una acción favorecida desde el CSD tras comprobar los insultos que Eto'o recibió en el partido que el Barcelona jugó allí el 11 de diciembre de 2004.