RIOBAMBA.- Con la admisión de que la Copa Libertadores es una "misión no cumplida", el poderoso River Plate argentino empezará mañana, ante el subcampeón ecuatoriano Olmedo, su participación en la edición 2005 del torneo continental.
El gran ausente será nuevamente el delantero chileno Marcelo Salas, quien pese a estar recuperado de la lesión que lo ha mantenido cerca de tres semanas detenido, no fue convocado por el técnico Leonardo Astrada.
"Queremos que este año sí se nos dé", dijo el entrenador de River Plate en unas cortas declaraciones a su llegada anoche a Guayaquil, desde donde el plantel de la "banda roja" se trasladará a Riobamba tres horas antes del partido.
El encuentro, por el Grupo 5 de la Copa Libertadores, que también conforman el colombiano Junior y el uruguayo Nacional, será dirigido por el árbitro brasileño Carlos Simon, quien a última hora reemplazó al peruano Gilberto Hidalgo, que está lesionado.
Además de la ausencia de Salas, Astrada no contará mañana con su armador Marcelo Gallardo, al que le queda un partido de suspensión pendiente. "Todos los demás están acá, y listos", agregó.
River, a diferencia de su rival de siempre, Boca Juniors, no tuvo muchos éxitos internacionales en los últimos años, por lo que este año ganar la Copa Libertadores es su objetivo central. "Sí, la Copa es la gran meta de River", según admitió el delantero Ernesto Farías.
Su rival, Olmedo, está pasando por un mal momento futbolístico, por lo que su entrenador, Segundo Montaño, está trabajando a puertas cerradas en el estadio Municipal, sede del partido de mañana, "para ver quiénes deben y quiénes no deben jugar". "No he decidido nada", añadió.
