BERLÍN.- El seis veces campeón mundial de Fórmula Uno, Michael Schumacher, asegura que el secreto de su éxito está en no permitirse emociones mientras pilota su bólido, en vivir plenamente para su deporte y en mantener el gusto por el mismo.
"Conduzco muy conscientemente. No me permito emociones en el 'cock-pit' porque las emociones sólo llevan a conducir estupideces", dice Schumacher en una entrevista que pública mañana el semanario "Die Zeit" de Hamburgo.
"Además, vivo para mi deporte. Entreno para estar preparado y renuevo cada día mi gusto por conducir", añade el piloto alemán.
Como meta de la temporada, Schumacher dice que quiere volver a ser campeón del mundo aunque reconoce que este año va a ser especialmente difícil.
Renault y Mercedes-McLaren son considerados por Schumacher como los rivales más peligrosos de su escudería Ferrari.
Schumacher, pese al deseo de sumar un título mundial más a su palmarés, dice que no sería ningún drama no lograrlo.
"Sé que nuestra racha tiene que terminar algún día y que alguien llegara que sea más rápido que yo. Tengo que vivir con ello", dice Schumacher.
