ACAPULCO.- Perú y Colombia aspiran a organizar torneos del circuito mayor de la ATP, pero por el momento tendrán que contentarse con seguir en la lista de espera.
"El éxito de la gira latinoamericana que incluye Chile, Argentina, Brasil y México hizo que muchos países quieran formar parte de ella", dijo en Acapulco Benito Pérez Barbadillo, director de comunicaciones del ente rector del tenis masculino.
"Tenemos lista de espera. A Bogotá le gustaría mucho volver a tener un torneo ATP, y hay muchos challengers que quieren subir de categoría", aseguró.
"He recibido e-mails de Perú solicitando la organización de un torneo ATP. Pero no hay fechas, y por eso les dimos un challenger", admitió Pérez Barbadillo.
Problemas y oportunidades para el 2006
La "gira de oro" del tenis latinoamericano se cerró en Acapulco con un éxito de público y patrocinadores, que permite pensar en nuevas oportunidades durante un 2006 en el que también habrá problemas, especialmente de calendario.
"Estamos muy contentos, la ATP ve esta gira como un gran éxito", dijo a la agencia dpa Benito Pérez Barbadillo, director de comunicaciones de la ATP y responsable directo en el ente rector del tenis masculino de los certámenes de Viña del Mar, Buenos Aires, Costa do Sauípe y Acapulco.
Pero así como 2005 marcó mejoras en cantidad de público, concepto de televisación y repercusión de la gira, también mostró los límites actuales de los torneos, que no pudieron contar con dos de las máximas figuras del tenis latinoamericano, los argentinos Guillermo Coria y David Nalbandian.
"Ojalá todos los jugadores de la región jugaran aquí y aprovecharan la posibilidad", se lamenta Pérez Barbadillo. Si se suman las ausencias por lesión de jugadores como el brasileño Gustavo Kuerten y el peruano Luis Horna, así como el hecho de que el español Juan Carlos Ferrero optara por la gira europea y de los países del Golfo Pérsico, se advierte que aún queda bastante por hacer.
Y a eso se añade que para 2006 se perfila un importante problema de calendario: tras dos años con los torneos disputándose en cuatro semanas consecutivas, un cambio de fecha en la Copa Davis podría llevar otra vez a fragmentar la gira, algo que perjudicaría especialmente a Viña del Mar.
"El calendario 2006 no está establecido oficialmente aún, pero se perfila que sólo haya tres semanas entre la primera ronda de la Copa Davis e Indian Wells, por lo que uno de los cuatro torneos iría entre Australia y la Davis", admite Pérez Barbadillo.
Ese problema, que existió en los primeros años de la gira, se había solucionado en los últimos dos, pero la Federación Internacional de Tenis (ITF) planea mover de marzo a la segunda semana de febrero la primera ronda de la Davis, con una semana "sandwich" de torneos entre Australia y la Davis.
"Tal y como está ahora la gira, Viña del Mar es el primero de los cuatro torneos", reconoce el responsable de la ATP.
El gran objetivo de cara a 2006 es explotar mejor y más intensamente el costado comercial de la gira. Buenos Aires es un buen ejemplo de lo que se puede hacer: el torneo argentino es un éxito de público y en los medios, pero no cuenta con un patrocinador principal.
Los responsables de comercialización de la ATP están intentando aprovechar la fuerza económica de México para lograr un patrocinador general de la gira. Los nombres que más se mencionan son los de la telefónica mexicana Telcel y el del banco HSBC.
"Sería ideal contar con un patrocinador de toda la gira que aportara, por ejemplo, el dinero de los premios, lo que permitiría ’respirar’ a los torneos. ¿Y por qué no la idea de repartir un ’bonus’ en dinero al final de la gira, tal como se hace con los torneos previos al US Open?", se entusiasma Pérez Barbadillo, que ve un futuro sólido para el tenis en Latinoamérica.
"Hay lista de espera para organizar más certámenes, y los actuales se están convirtiendo en un acontecimiento social. Todos los torneos mejoraron en 2005, y el de Viña lo hizo especialmente", aseguró.