VILLARREAL.- El capitán del Villarreal, Quique Alvarez, fue el único jugador de la primera plantilla que no se ejercitó en el entrenamiento previsto para hoy tras la odisea vivida en Bucarest por los sucesivos retrasos y el aplazamiento del partido de la Copa de la UEFA frente al Steaua, a causa de la nieve.
El equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini realizó una sesión de trabajo encaminada ya a preparar el próximo partido de liga frente al Espanyol y el central no se ejercitó por precaución, aquejado de unas leves molestias en la rodilla.
La buena noticia para el técnico es que para este partido liguero podrá contar otra vez con Gonzalo Rodríguez, Juan Román Riquelme y Diego Forlán, que no viajaron a Bucarest por diferentes motivos, lo que hace que al menos ellos estén descansados para afrontar el partido.
Tras el aplazamiento definitivo del partido frente al Steaua después que su inicio se retrasara varias veces, el Villarreal llegó al aeropuerto de Manises pasadas las 3.00 horas de la madrugada (local) y el técnico decidió que los jugadores durmieran en casa cuando tenían previsto hacerlo en un hotel de la capital.
De esta forma, Pellegrini permitía que los jugadores pudieran dormir como mínimo dos días con sus familiares, ya que entre las concentraciones de los partidos de la liga española y de la competición europea, apenas han pasado tiempo en su domicilio.
Pese a todo, el equipo estaba citado a las 12.00 horas de hoy para entrenar en la ciudad deportiva de Villarreal, donde lo hicieron a las órdenes de un Pellegrini que sacó una lectura positiva de lo vivido en Bucarest.
"A pesar de que ha sido un contratiempo, un viaje en balde y lo que significa un traslado como éste, lo bueno es que el equipo no ha tenido que jugar sobre una superficie como la que tiene ese estadio, lo que nos beneficia para afrontar el partido ante el Espanyol, un encuentro muy importante para el campeonato", comentó el técnico.
