VILLARREAL.- El Villarreal de Manuel Pellegrini se confirmó como el único superviviente español en competencias europeas, al vencer por 2-0 al Steaua de Bucarest y clasificarse para los cuartos de final de la Copa de la UEFA.
El equipo de Pellegrini aparcó la brillantez, y aplicó efectividad y solidez para deshacerse del equipo rumano, que ofreció muy pocos argumentos para propiciar la sorpresa, prosiguiendo con su marcha triunfal en la competición donde aún se mantiene invicto.
El empate sin goles registrado en la ida se deshizo a los cinco minutos. El argentino Juan Román Riquelme lanzó un saque de esquina muy cerrado y el delantero José Mari prolongó hacia atrás con la cabeza el balón, que se fue al fondo de la red tras pasar entre las piernas del portero Khomutovski.
Un gol tan temprano es un sueño para un equipo como el Villarreal, que suele administrar muy bien el balón, y Riquelme de hizo el dueño de la medular. Y si el Steaua tenía un plan, éste se le vino abajo muy pronto, coincidiendo con el gol en contra.
El equipo español pudo aumentar su renta a la media hora, cuando el argentino Luciano Figueroa sirvió un gran balón al que no llegó José Mari cuando ya se cantaba el gol en las tribunas. El triunfo mínimo con el que se llegó al descanso dejaba abierta la eliminatoria, con el Steaua a un gol del pase.
El Villarreal salió dormido en la segunda parte y el equipo rumano mostró sus garras, aunque poco afiladas. Pero el Villarreal cortó cualquier amago de reacción del equipo rumano a los 58 minutos, cuando Cazorla fue derribado en el área. Riquelme, infalible esta temporada, transformó el penal y la hinchada se sintió en los cuartos de final.
El conjunto de Pellegrini aplicó la mejor táctica para asegurar su renta, que fue acaparar la posesión del balón, ante un rival que mostró escasa capacidad para inquietar en el áreal local. Con más eficacia que brillo, el Villarreal se metió entre los ocho mejores equipos de la Copa de la UEFA y prosigue con su excelente temporada.
