SAO PAULO.- Después de pasar dos noches en la cárcel de comisarías de Sao Paulo acusado de insultos racistas contra el delantero brasileño Grafite, el zaguero argentino Leandro Desábato recuperó la libertad hoy.
Los abogados del defensa de Quilmes efectuaron hoy el pago de la fianza de 10.000 reales (unos 3.880 dólares) fijada la noche del jueves por el magistrado brasileño Marcos Zili y obtuvieron la autorización judicial para la liberación del jugador.
"El juez ya autorizó y ahora trataremos de concretar la liberación de Leandro", informó hoy el abogado brasileño Carlos Mendes.
Además de la fianza, el juez Marcos Alexandre Zili ordenó que el defensa del club Quilmes tendrá que presentarse a las autoridades brasileñas siempre que sea convocado para declarar en el proceso de investigación sobre el caso, por lo que difícilmente podrá regresar a Argentina.
Según informaron hoy fuentes policiales, Desábato pasó hoy su segunda noche en la cárcel tomando mate, solo en su celda, y se negó a bañarse y a cenar.
"El pasó la noche tomando el mate que le trajeron. Tampoco quiso cenar", informó el comisario Italo Miranda Junior, quien agregó que Desábato sigue vestido con el mismo uniforme del Quilmes que usaba cuando salió preso del estadio Morumbí en la madrugada del jueves.
Miranda también reveló que Desábato insistió en llamar por teléfono a sus familiares en Buenos Aires, pero que no pudo hacerlo "porque está preso" y "sólo puede recibir visitas personales, de la familia o de abogados".
Según el comisario, cuando la policía reciba el documento que autoriza la liberación del jugador, Desábato será trasladado al Instituto Médico Legal, donde lo someterán a exámenes médicos para comprobar que no ha sufrido malos tratos durante el período en que quedó detenido.
El jugador argentino fue arrestado después del partido en el que su equipo cayó por 3-1 ante el Sao Paulo por la Copa Libertadores de América, durante el cual se involucró en una áspera discusión con Grafite, a quien habría llamado "negrito de mierda", según él mismo admitió en declaraciones a la policía local.
El brasileño, quien ya se había quejado de insultos racistas en el primer partido contra el Quilmes, jugado en Argentina, formalizó una queja contra Desábato, que dejó el estadio custodiado por agentes policiales.
El caso generó una gran repercusión internacional, y llevó el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Nicolás Leoz, a anunciar la exclusión del argentino de la disputa de la Copa Libertadores.
Según Leoz, el castigo a Desábato será definido después de que la Conmebol reciba los informes de su delegado y del árbitro del partido, el uruguayo Martín Vázquez: "Tomaremos las medidas necesarias para castigarlo. Es un hecho lamentable, que no será aceptado por la Conmebol".
El arresto del defensa llevó a la delegación de Quilmes a postergar el retorno a Buenos Aires. El grupo permanece en Sao Paulo, donde aguarda la liberación del jugador.