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Liga de Campeones: Nadie saca ventaja en el duelo inglés

Chelsea y Liverpool igualaron sin goles en su partido de ida por semifinales, dejando toda la definición pendiente para el encuentro del próximo martes en la cancha del segundo.

27 de Abril de 2005 | 16:49 | AP
LONDRES.- En un partido marcado por la cautela y a ratos aburrido, Chelsea y Liverpool saldaron un empate sin goles en el primer capítulo de la batalla de Inglaterra por las semifinales de la Liga de Campeones.

Con el atenuante que fue visitante, Liverpool terminó haciendo en lo relativo el mejor negocio. Ahora podrá buscar el pase a la final del campeonato europeo de clubes como local, el próximo martes, en su feudo de Anfield.

El choque en el estadio de Stamford Bridge, el feudo del Chelsea, había generado gran expectativa al enfrentar a dos técnicos ibéricos que el año pasado salieron campeones en las dos copas europeas.

Los primeros minutos fueron esencialmente de estudio mutuo, sin que el peligro rondase en ambos extremos. En uno estaba el Chelsea del portugués José Mourinho y en el otro el Liverpool del español Rafa Benítez.

Chelsea lució muy titubeante en el inicio, pero la primera ocasión de gol fue suya, cuando Joe Cole entró por la derecha y ensayó un disparo detenido sin apuros para el arquero, el polaco Jerzy Dudek.

Rato después el estadio vibró con una bonita maniobra de Didier Drogba en el área, pero el remate de zurda del marfileño pasó de largo frente al marco.

Aunque daba la impresión de que no quería arriesgar en demasía, Liverpool cada vez que probaba irse al ataque, generaba zozobra en la zaga del Chelsea.

Tanto así que a los 18 el noruego John Arne Riise burló a varios defensas dentro del área, pero el arquero Pter Cech supo taparle a tiempo, ayudado además de que el disparo no fue el más potente.

Quizás la ocasión de gol más clara vino cuatro minutos después, cuando un desmarcado Frank Lampard desperdició una pelota que Joe Cole le sirvió en el corazón del área y su volea se despidió por encima del travesaño.

Liverpool también tuvo su momento de la mano del checo Milan Baros, cuyo cabezazo a los 38' exigió una providencial estirada de Cech. Baros había sido duda hasta poco antes del partido por una lesión en la rodilla.

Las emociones brillaron por su ausencia en la reanudación bajo la tónica de que el Liverpool se contentaba con el marcador y Chelsea no apretaba más como si estuviera cuidando de que no le hiciesen un gol como local.

Era un partido que para entonces se había convertido en monumento a la cautela.

Mourinho, campeón de la edición pasada con el Porto, quiso romper la monotonía, apostando al ataque con la entrada del puntero holandés Arjen Robben por Tiago sobre los 60'.

La movida no fructificó y Chelsea resultó un compendio de buenas intenciones, pero de poca profundidad.

Para crédito del esquema conservador planteado por Benítez -campeón de la Copa UEFA con el Valencia-, el Liverpool supo cortarle los circuitos a un Chelsea, que le había ganado sus tres partidos previos, dos en la liga premier y otro por la Copa Inglesa.
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