LONDRES.- El español Rafael Benítez, con otra lección táctica, devolvió al Liverpool toda su grandeza y le envió a la final de la Liga de Campeones, gracias a una victoria sobre el Chelsea, materializada por otro español, Luis García, que le permitirá luchar por el título continental, el 25 de mayo, en Estambul.
Benítez volvió a impartir magisterio. Si en Stamford Bridge buscó una mayor posesión del balón y demoró la finalización de cada jugada, en Anfield quiso aprovechar tanto la excitación que transmitía una grada que quiso justificar su fama como la ausencia del mediocampista español Xabi Alonso.
Empujado por "the Kop" (la hinchada de los "rojos"), el Liverpool salió acelerado y, sin Xabi Alonso, obvió en muchos momentos el centro del campo para llevar el balón de forma más directa al ataque.
La consecuencia fue que el empuje de los "rojos" sorprendió al Chelsea, que se encontró con la eliminatoria en contra cuando aún trataba de situarse en el campo.
Fue una jugada lanzada por Steven Gerrard, que dejó al checo Milan Baros solo ante Cech. El delantero del Liverpool levantó el balón sobre su compatriota, quien le trabó para evitar que culminase la jugada. Atento, marcó Luis García, pese al inútil esfuerzo del francés William Gallas por evitar que la pelota traspasase la línea, según consideró el asistente.
Con tan sólo cuatro minutos de juego, el Liverpool tuvo la final de Estambul más cerca y al Chelsea donde quería; obligado a llevar la iniciativa.
Fue, entonces, cuando pareció más acertada la decisión de Benítez de dotar a su equipo de otra línea de seguridad, por delante de la defensa, con el alemán Dietmar Hamann, sustituto de Xabi Alonso, y el croata Igor Biscan.
El Chelsea se encontró, durante todo el primer tiempo, con un campo lleno de minas. Una acumulación de jugadores que, sin extremos para llevar el juego a las bandas, no supo cómo sortear.
Tan sólo en una ocasión, en un balón que Frank Lampard robó a Luis García al borde del área, el Chelsea llevó peligro a la meta del polaco Jerzy Dudek, pero Joe Cole no pudo aprovechar el pase de su compañero, demasiado esquinado para convertirlo en gol (m.24).
No conectó Lampard con el ataque londinense en ningún momento, pero el Chelsea es un conjunto paciente, que desgasta a su rival, lo va empujando sin que éste se dé cuenta.
Como en la ida, el Liverpool se encontró defendiendo el balón al borde de su área durante todo el segundo tiempo.
Con su equipo totalmente replegado, Benítez confió en que la velocidad de Cissé, sustituto de Baros, le diese, si no la oportunidad de sentenciar la eliminatoria, por lo menos algunos minutos de respiro.
Mourinho respondió con las mismas armas que en la ida: la entrada del holandés Arjen Robben y del serbio Mateja Kezman para abrir el campo. Y el Chelsea, que había obligado a lucirse a Dudek en un lejano golpe franco de Lampard (m.67), se preparó para la carga final.
Fue un cuarto de hora final de infarto, con ambos conjuntos jugando sobre el filo: el Chelsea, angustiado por la necesidad de marcar y el Liverpool expuesto a que un gol echase por tierra todo su extenuante esfuerzo.
Cissé estuvo a punto de acabar con el sufrimiento de su afición, pero su disparó salió ligeramente desviado, en el minuto 89, y el árbitro decidió prolongar la tensión otros seis minutos.
En un final frenético, pudo sentenciar otra vez Cissé y, también, entrar en la final el Chelsea, si el islandés Eidur Gudjohnsen no hubiese enviado el balón fuera con todo a favor (m.95).
No lo hizo y, a la cuarta, el Liverpool de Benítez se resarció de todos los sinsabores sufridos esta temporada ante el Chelsea de Mourinho y entró en la final europea, 20 años después de la tragedia de Heysel.
Liverpool: Dudek; Finnan, Hyypia, Carragher, Traore; Biscan, Hamann (Kewell, m.73); Luis García (Núñez, m.84), Gerrard, Riise; y Baros (Cissé, m.60).
Chelsea: Cech; Geremi (Huth, m.76), Carvalho, Terry, Gallas; Makelele; Tiago (Kezman, m.68), Lampard, Gudjohnsen; Cole (Robben, m.68) y Drogba.
Gol: 1-0: m.4: Luis García recoge un balón que Baros envió sobre el meta Dudek y marca, pese al esfuerzo de Gallas por evitar que el balón traspase la línea.
Arbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Amonestó al local Baros (m.7).