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Festival de Salas en triunfo de River por la Libertadores

El chileno marcó tres goles y habilitó el cuarto en partido que se disputó en el estadio Monumental en Buenos Aires.

26 de Mayo de 2005 | 22:37 | El Mercurio en Internet


BUERNOS AIRES.- El River Plate se clasificó hoy para los cuartos de final de la Copa Libertadores al vencer al Liga Deportiva Universitaria ecuatoriano (LDUQ) por 4-2 (5-4 global) con una actuación memorable del punta chileno Marcelo Salas que fue despedido con una ovación.

El delantero temucano marcó tres goles (el tercero se discute si fue autogol del defensa Espínola) y asistió al Luis González en el cuarto gol de River, que igualmente sudó la gota gorda para clasificarse.

El equipo argentino jugaba en su estadio un partido clave para su futuro inmediato y para el del entrenador Leonardo Astrada, después de varias derrotas en la Liga y de la pérdida del invicto en la Libertadores a manos del conjunto ecuatoriano (2-1) la semana pasada.

Salas encendió la luz de su talento y oportunismo y el mejor equipo de la segunda fase del torneo continental (cinco victorias y un empate) recuperó la sonrisa y la esperanza, pese a algunos sofocones que le pusieron al borde de un ataque de nervios.

El mundo se cayó sobre la cabeza del equipo quiteño en pocos minutos. A los 5 se lesionó Elkin Murillo y se fue del campo sustituido por Alex Aguinaga, a los 6 Salas abrió el marcador para el River Plate con un golazo y a los 11 el notable delantero amplió la ventaja a 2-0.

Obsesionado por el balón y desatento en cuanto al movimiento de los jugadores riverplatenses, el LDUQ pasó las de Caín en el primer tramo del encuentro, absolutamente superado por la presión, ambición e inspiración del equipo local.

Salas, vapuleado por una racha de lesiones y contratiempos de todo tipo, apartado de la selección de su país y aparentemente metido en un pozo anímico del cual pocos creyeron que podría salir, tuvo los cinco minutos de gloria con los que soñó durante meses.

Se mostró imparable como en su mejor etapa como realizador en América y Europa, marcó el primero desde fuera del área con un remate antológico, el segundo con un toque suave que Reasco no logró rechazar debajo del larguero, y celebró sus orgasmos futboleros de cara al banquillo, que lo arropó en la etapa más crítica de su carrera.

Otras dos jugadas profundas de River tuvieron como protagonista a Salas, neutralizado por el meta Cristian Mora. Y en el segundo tiempo el chileno fue clave para sellar la victoria.

El conjunto de Quito, que asimiló el impacto, intentó recuperarse con una paciente búsqueda de espacios, con combinaciones cortas en el medio del campo, con tesón, pero River estaba intratable y con cada balón recuperado hacía estragos en el área ecuatoriana.

No fueron suficientes para el LDUQ algunos chispazos de Aguinaga y tampoco varios fallos defensivos del River, que quedaba expuesto en su afán ofensivo permanente.

No obstante, en el comienzo del segundo tiempo el equipo que dirige Juan Carlos Oblitas sorprendió con un tanto de media distancia de Roberto Palacios frente a una defensa distraída, desconcentrada, pero el incontrolable Salas provocó a los 48 minutos un verdadero desbarajuste en el área ecuatoriana en una jugada en la que Espínola batió su propia meta.

Amplió la ventaja riverplatense Luis González a los 59 pero Espínola volvió a dejar muda a la multitud con un tanto de cabeza a los 65 que mantenía la esperanza ecuatoriana de obtener la clasificación.

El LDUQ jugó los últimos 15 minutos con diez jugadores por la expulsión de Paul Ambrossi y el River Plate creó cuatro situaciones de gol.

El chileno fue reemplazado a los 63 minutos y abandonó la cancha en medio de una ovación del público.
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