INDIANÁPOLIS.- Ni siquiera terminó en el podio, pero a la estadounidense Danica Patrick le bastó el cuarto puesto en las 500 millas de Indianápolis para recabar toda la atención del mundo del automovilismo.
"Una mujer hace historia en las 500 de Indianápolis sin bajar la bandera a cuadros", tituló el
The New York Times. El triunfo se lo llevó el británico Dan Wheldon, pero los ojos de los 300.000 espectadores que se reunieron en el óvalo de Indianápolis estaban fijados en la joven de 23 años.
Nunca ganó una mujer la mítica carrera estadounidense, ni siquiera ninguna había logrado liderar la prueba. Y allí estaba Patrick a falta de diez vueltas para el final, en primera posición. Eso ya era histórico.
Todo el público aplaudió y gritó hasta perder la voz intentando empujar a la estadounidense hasta la meta, pero la falta de combustible le obligó a ser conservadora si quería terminar la carrera. Patrick levantó el pie del acelerador y terminó por detrás de Wheldon, Vitor Meira y Bryan Herta.
¿Acababa de demostrar que las mujeres pilotos podían competir con los hombres?, le preguntaron. "Hice mucho más que eso, ¿se está burlando de mí?", contestó. Antes que ella, sólo tres mujeres habían pilotado un bólido en Indianápolis.
Las 500 millas era sólo la quinta prueba de Patrick en la competición Indy Racing y logró el cuarto puesto en la parrilla de salida. Todo el mundo la señalaba antes de iniciarse la carrera y todo el mundo la señaló tras cruzar la meta.
Antes que ella, la mejor clasificación de una mujer la había logrado Janet Guthrie en 1978, con el noveno puesto.
Patrick no sólo es una magnífica piloto de carreras, posee además todo lo necesario para convertirse en un auténtico reclamo publicitario. Es joven, bella y exitosa.
"La Danica manía devuelve la afición al deporte", aseguró hoy el periódico
Indystar. "Antes de que amaneciera este día soleado, la liga Indy Racing estaba tragando los humos de la Nascar y parecía una jungla de competiciones con pilotos sin nombre", añadió. "Todo eso había cambiado. Su nombre es Danica. Sólo un nombre es suficiente".
El atractivo de la joven estadounidense es tal que su nombre se asocia ya con un posible salto a la Fórmula 1, aunque también hay quien se pregunto cómo lo haría en la Nascar, pese a las polémicas surgidas ya sobre su ventaja al pesar menos que los hombres.
