MARACAIBO, Venezuela.- Algunos jugadores venezolanos y uruguayos protagonizaron una escaramuza que obligó a la policía a intervenir tras el empate a 1-1 en la 14ta fecha de la eliminatoria sudamericana de la Copa Mundial.
Un agente de la policía "sufrió una herida" al tratar de mediar entre varios jugadores, quienes "al parecer intercambiaron insultos y empujones", dijo a periodistas Gian Carlo Di Martino, alcalde de Maracaibo, ciudad ubicada a unos 600 kilómetros al oeste de Caracas.
Según testigos, el incidente se produjo luego del partido del sábado, cuando los dos bandos se encontraron en el camino a los vestidores.
Un grupo de aficionados lanzó petardos y botellas al campo. El incidente provocó la suspensión de la conferencia de prensa del equipo uruguayo.
Tanto los jugadores de ambos seleccionados como la terna arbitral argentina debieron permanecer en el estadio hasta que la policía contuvo los hechos de violencia en las tribunas y posteriormente los desalojó a cuentagotas en medio de un bosque de escudos antimotines.
Ninguno de los futbolistas uruguayos hizo comentarios sobre el incidente. Por su parte, el técnico venezolano Richard Páez lamentó el comportamiento del jugador uruguayo Paolo Montero, que pertenece al Juventus de Italia.
"Montero es un jugador emblemático del Uruguay; lamentablemente no pudo controlar su temperamento y cayó en algunos excesos, pero afortunadamente la cosa no pasó a mayores", dijo Páez sin dar otros detalles.
Montero, que fue amonestado por árbitro argentino Gabriel Brazenas, no verá acción contra Perú por acumulación de tarjetas amarillas.
