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Copa Confederaciones: Un plato de cinco ingredientes

Los cinco campeones continentales, además del dueño de casa (Alemania) y el campeón del mundo (Brasil), inician mañana el camino a este trofeo que la FIFA se empeña en enaltecer.

14 de Junio de 2005 | 12:01 | AP
COLONIA, Alemania.- Como en una mesa de reyes, la Copa Confederaciones lucirá sus mejores manjares tácticos, con el aporte de ingredientes de los cinco continentes.

Se pondrán en juego distintas concepciones fubolisticas, en ese tentador menú que encabeza Brasil con su mítico "jogo bonito" y ese toque preciso y elegante dirigido ahora por el maestro Ronaldinho.

Claro que cuando hay que marcar y meter, Brasil archiva lo bonito y pone la pierna fuerte, con Emerson y Zé Roberto corriendo a todos y acariciando tobillos.

Argentina y México, los otros representantes latinoamericanos, le aportan lo suyo a este "Festival de los Campeones", como le gusta llamarlo a la FIFA.

Disfrutando aún del triunfo 3-1 ante Brasil por las eliminatorias mundialistas, Argentina es siempre promesa de buen juego y aún en las malas hace alarde de energía. Y al igual, o más que Brasil, si hay que meter, mete.

Concentración y el dictado que parte del cerebro de Juan Román Riquelme, son otros comunes denominadores de Argentina, aunque resulta claro que, a pesar de la victoria ante Brasil y su pase al mundial, su técnico José Pekerman no tiene una táctica de juego definida.

En México, su tenacidad es marca registrada y su pariente cercano es la astucia para encarar partidos complicados. Pero ahora está envuelto en problemas internos que podrían complicarle la vida. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, acaba de advertir que los cuatro jugadores de la Chivas de Guadalajara convocados para esta competencia serán suspendidos si no se presentan en Alemania.

Los volantes Alberto Medina y Ramón Morales, el delantero Omar Bravo y el arquero Jesús Corona, aún no se han incorporado a la selección, ya que se encontraban en Argentina para enfrentar a Boca Juniors por la Copa Libertadores.

Europa le aporta la potencia de Alemania, agrandada ahora por ser local. Y de Grecia nadie duda de que volverá a desempolvar aquel inviolable cerrojo que lo llevó a ganar la Eurocopa de 2004.

Para definir a Alemania, quizás alcance con unas palabras del argentino Jorge Valdano cuando se le pidió una definición de lo que es el fútbol. "Es un deporte en el que se enfrentan 11 contra 11 y en el que Alemania siempre llega a la final", dijo.

Oceanía aterriza con la táctica de Australia, el eterno dominador de ese continente y al que Sudamérica debería prestarle mucha atención, ya que sería rival del quinto de esa región en las eliminatorias mundialistas, en un repechaje directo a Alemania 2006.

Con la base de su seleccionado desparramada por Europa, los australianos juegan "a la inglesa": dinamismo, pases rápidos y nada de entretenerse con la pelota.

Así como Australia le aporta fragancia inglesa a la copa, Túnez tiene una aureola del menú francés, ya que lo dirige Roger Lemerre, campeón de la Eurocopa con su país en el 2000. Lemerre impuso en Túnez los vocablos "obediencia y sobriedad".

Si hay que jugar se juega, si hay que marcar se marca y si es necesario defenderse se van todos para atrás, con excepción de su máximo artillero Silva dos Santos, un brasileño nacionalizado que es un rompe-redes total.

¿¡Y tiene Japón algo del Brasil ya que su técnico es Zico?. Sí. A Zico. Dominador total en la última década en Asia, Japón es vértigo, dinamismo y sacrificio, con la base del equipo que pasó de la primera ronda en el mundial del 2002 que compartió con Corea.

Además, los japoneses están nutriendo de jugadores a Europa, algo que hasta hace poco tiempo resultaba impensado, tal los casos de Hidetoshi Nakata, (Fiorentina), Shunsuke Nakamura (Reggina), Koji Nakata (Marsella), Junichi Inamoto (West Bromwich Albion) y Yahishi Yanagisawa (Messina).

El campeonato se pondrá en marcha el miércoles por el Grupo A, entre Argentina-Túnez (Colonia) y Alemania-Australia (Francfort).

Un día después arrancará el Grupo B, con México-Japón (Hannover) y Brasil-Grecia (Leipzig).