COLONIA.- En un encuentro con muchos pasajes de mediocridad, a Alemania le costó mucho pero terminó goleando hoy 3-0 a Túnez y clasificó de esta manera a las semifinales de la Copa Confederaciones de fútbol, de la que el campeón de Africa quedó eliminado.
El encuentro llegó a tener tramos hasta tediosos, en los que Túnez incluso marcó el ritmo, con una Alemania que estaba perdida sin saber cómo resolver el partido. Hasta que despertó al promediar la segunda parte cuando Michael Ballack convirtió un tiro penal.
Fue en le minuto 73, y de ahí en más, el campeón de Africa se derrumbó y terminó siendo goleado con tantos de Bastian Schweinsteiger a los 80 y de Mike Hanke a los 88.
Con dos victorias y seis puntos, Alemania se aseguró el pase a semifinales, aunque sigue sin despejar las dudas. El próximo partido de Alemania es el martes contra Argentina, que hoy derrotó a Australia 3-2.
’’Fue una tarea muy ardua la de hoy, los tunecinos, con un excelente mediocampo, nos complicaron la vida’’, dijo el entrenador alemán Juergen Klinsmann, reconociendo que el resultado fue abultado y no refleja del todo lo que pasó en la cancha.
Para Roger Lemerre, técnico francés de Túnez, ’’el resultado fue un tanto exagerado’’. ’’Por que hasta el penal fuimos mejores. Pero es el fútbol es así, los grandes convierten los goles y los otros no’’.
Túnez dominó el encuentro sobre todo en la primera mitad, en la que aprovechó la fragilidad alemana y se plantó mucho mejor en la zona central, aprovechando el esquema más defensivo anunciado por el entrenador Juergen Klinsmann, a fin de apuntalar la insegura línea de fondo.
Le dio resultado y mayor estabilidad, pero al precio de quedarse sin presión en la zona de gestión, porque Michael Ballack jugó muy retrasado. Hacia arriba, los impulsos de Sebastian Deisler, con demasiadas imprecisiones, y Bastian Schweinsteiger, con altibajos, no bastaban para alimentar los apetitos de gol de la dupla delantera, esta vez integrada por Gerald Asamoah y el ídolo juvenil local, Lukas Podolski.
Las jugadas de peligro ante los arcos fueron contadas. Para Túnez, casi un gol olímpico después de un tiro de esquina del zaguero de origen brasileño Clayton, que el portero alemán Jens Lehmann apenas pudo despejar, en el minuto 25’ y Michael Ballack, para los dueños de casa, con un cabezazo a los 32’, que salvó sobre la línea Clayton.
A los 40, el estadio se vino abajo, gritando un gol de Podolski que el árbitro jamaiquino Peter Prendergast sin embargo anuló con certeza por posición fuera de juego.
Con una Alemania inoperante por falta de coraje y aplomo, y un Túnez que desperdició con ingenuidad varias oportunidades para definir a su favor, el partido se puso tedioso, hasta que un espontáneo se dio el lujo de saltar al campo de juego y el gusto de su vida, abrazarlo al portero Lehmann.
Pero llegó el minuto 73 y de pronto el partido fue otro. Abdi le cometió falta a Ballack, el árbitro pitó penal y el capitán alemán se encargó de poner el cimiento para el posterior triunfo.
Los africanos bajaron la guardia, y Alemania lo aprovechó. A los 80’ Schweinsteiger terminó solo frente al arco tras una excelente habilitación de Podolski y no desperdició la oportunidad, como tampoco ocho minutos después Mike Hanke, que un minuto antes había entrado por Podolski.
El partido terminó con un resultado inapelable, pero no despejó las dudas en el conjunto anfitrión.
