INDIANAPOLIS.- Los organizadores del escandaloso Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1, celebrado el domingo pasado en Indianápolis, no devolvieron a los espectadores el precio de sus entradas pese a que la carrera fue calificada como una farsa.
"No ha cambiado nada. No hemos procedido al reembolso", admitió hoy Ron Green, portavoz del circuito de Indianápolis.
En relación al futuro de la F1 en Indianápolis, el presidente del circuito, Joie Chitwood, reiteró este jueves que su postura es "no tomar decisiones precipitadamente".
El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley, había afirmado que la empresa de neumáticos Michelin debía contribuir a indemnizar a los espectadores que habían pagado su entrada.
"Tony George (dueño del trazado de Indianápolis) y Bernie Ecclestone deberían anunciar conjuntamente que el Gran Premio de Estados Unidos tendrá lugar de nuevo en Indianápolis en 2006 y que la entrada de este año vale para el próximo", afirmó Mosley.
La carrera de Indianápolis sólo tuvo seis autos en pista, pues los siete equipos que portan cubiertas Michelin decidieron no correr porque los neumáticos no eran confiables para las características del trazado.
Los espectadores lanzaron botellas y otros objetos a la pista en señal de protesta.
Renault, McLaren, Williams, Red Bull, Sauber, BAR y Toyota deberán defender su acción ante las autoridades de la FIA el 29 de junio.
