LONDRES.- Sin hacer ruido, pero con paso firme, el chileno Fernando González logró meterse en los octavos de final de Wimbledon, tras derrotar hoy al sueco Joachim Johansson por 6-4, 6-4 y 6-2.
González, que continúa sin ceder un sólo set en el torneo y hoy se impuso en poco más de una hora y treinta minutos de partido, consigue superar así su mejor resultado sobre la hierba de Wimbledon: tercera ronda en 2004.
"Saqué muy bien y eso me dio ventaja. Pude romper su servicio en la primera oportunidad que tuve y eso facilitó las cosas, porque él es un muy buen sacador", señaló.
Su juego volvió a caracterizarse por la solidez de sus golpes y la fiabilidad de su servicio. González consiguió darle a su rendimiento una regularidad que le hace muy difícil de batir. Su oponente de hoy, semifinalista en el Abierto de Estados Unidos en 2004, también cayó en la red que tejió el chileno.
"Puede que sea mi mejor partido de la temporada. Creo que jugué muy sólido y me encontré muy rápido sobre la pista", reconoció González, quien cree que la aparición de la lluvia en el torneo dificultará las cosas: "Será más difícil moverse y la pelota botará más rápida".
González ganó sin artificios y sin riesgos innecesarios. La solidez de su juego no entiende de altibajos en el actual torneo y esa regularidad supone el fundamento de su éxito.
Johansson responde al patrón de jugador contrario: un espíritu inconstante, que se mueve por sensaciones y que juega varios partidos en uno. Semejante choque de jugadores antagónicos terminó por decantarse del lado del chileno, que pronto vio cómo su rival no tenía su mejor día.
González, que podrá disfrutar de dos días de descanso -el primer domingo de competición no se programan partidos-, se enfrentará al vencedor de la eliminatoria entre el ruso Mikhail Youzhny y el sueco Jonas Bjorkman.
"Compito aquí para ganar y por tanto puedo ganar, aunque eso sigue siendo un sueño. El cuadro es asequible, con jugadores accesibles, pero prefiero pensar en el lunes y no mirar más allá", recalcó.
