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Sub 20: Argentina toca el cielo en el Mundial de Holanda

El equipo albiceleste logró su quinto título mundial al derrotar por 2-1 a Nigeria en la final.

02 de Julio de 2005 | 16:06 | EFE


UTRECHT, Holanda.- Dos penales convertidos por Lionel Messi dieron a Argentina su quinto título Mundial Sub 20, al imponerse en la final del torneo del Holanda 2005 a Nigeria por 2-1, en un partido en el que los nigerianos no supieron aprovechar sus llegadas al área, ante un rival que le costó meterse en el partido, pero que supo controlar las acometidas del contrario hasta hacerse con la victoria.

Messi demostró ser, con distancia, el mejor jugador del torneo, y aunque hoy no estuvo tan brillante en el juego, su temple en lo dos penales acabó por encumbrarlo como rey de esta edición del Mudnial Sub 20, aunque quizá no había ya ninguna duda de que lo fuera antes de este encuentro.

Empezó Argentina como acostumbra: con fuerza y con un centro del campo fuerte con el que manejar el choque, pero a diferencia de oras ocasiones su efecto explosivo duró menos tiempo además de carecer de llegada al área de su contrario.

Enfrente tenía a un rival diferente a los que se ha cruzado en el torneo y la combinación de fuerza, velocidad y técnica de los nigerianos se les atragantó a los argentinos, incapaces de serenar el juego en el medio campo.

Sin llegar a hacerse con las riendas del partido, Argentina redujo el ansia de Nigeria y, con Pablo Zabaleta como jugador más destacado, inquietó la meta de Ambruse Vanzekin, si bien su rival aprovechó su velocidad para poner en más apuros a Oscar Ustari.

Pero es Argentina el equipo que tiene al jugador más desequilibrante. Lionel Messi apenas había entrado en juego en los primeros 38 minutos, pero en ese momento protagonizó una de sus jugadas favoritas. Su arrancada desde el medio campo le llevó hasta dentro del área y fue derribado. El consiguiente penal lo transformó el propio Messi, quien, con 18 años recién cumplidos, mostró una templanza en el lanzamiento digna de un veterano.

Argentina había pasado por malos momentos pero la inocencia ofensiva que había mostrado Nigeria en ataque en los primeros minutos era demasiado regalo para un equipo con el oficio del de Francisco Ferraro y que cuenta con un jugador genial como Messi.

En los primeros compases del segundo tiempo, Argentina merodeó con peligro la frontal del área nigeriana, aunque la selección africana también salió con muchas ganas en busca de un empate que llegó por mediación de Chinedi Ogbuke, que, con un perfecto cabezazo, colocó el balón a donde Ustari no pudo llegar.

El partido, que ya había tenido momentos vibrantes, se abrió por completo, con las dos selecciones en busca de la victoria pero con una selección argentina más mesurada, sabedora de que la velocidad del equipo nigeriano le podía sentenciar.

Sin embargo, un nuevo penal, cometido sobre Sergio Aguero, iba a adelantar de nuevo a Argentina en el marcador. El encargado de ejecutarlo, otra vez Messi, quien con la misma parsimonia y calidad de la anterior ocasión marcaba el segundo gol para su equipo.

Hasta el final, Argentina se vio obligada a aguantar en ímpetu de Nigeria, que se fue con todo al ataque pero sin el acierto que se precisa ante un equipo de la entidad del argentino, justo vencedor de Holanda 2005.
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