AMERSFOORT, Holanda.- El ex tenista argentino Horacio de la Peña criticó hoy con dureza al gobierno chileno y a su presidente, Ricardo Lagos, al que acusó de haberlo "abandonado" tras haberle ofrecido la nacionalización.
"Lo menos que tendría que haber hecho el Gobierno es hablar conmigo alguna vez. Pero nada, ni una vez me llamaron para decirme que no les importaba más y listo. Y eso está mal", dijo a la agencia DPA en Amersfoort el ex "capitán en las sombras" del equipo chileno de Copa Davis.
La reacción de De la Peña llega al día siguiente de que el Senado de Chile rechazara un proyecto presentado por el gobierno de Lagos para concederle la nacionalidad chilena.
El proyecto tuvo 23 votos en contra, 13 a favor y dos abstenciones, por lo que ahora debe ser analizado por una comisión mixta, ya que previamente había sido aprobado por la Cámara de Diputados.
De la Peña, entrenador del chileno Fernando González y "pulmón" del tenis del país sudamericano en los últimos años, se siente personalmente desilusionado con Lagos, del que dice no haber recibido ninguna comunicación.
"Es lo que más me dolió del tema, que cuando necesitaban sacarse fotos con Fernando (González), llamaban todo el tiempo, y ahora no tuvieron la delicadeza de por lo menos llamarme y ¡de gastar dos minutos de tiempo para explicarme de parte de ellos qué pasó!", explicó el ex jugador.
Lagos había hecho el ofrecimiento a De la Peña el año pasado para reconocer su aporte al tenis nacional, pero el trámite del proyecto estuvo acompañado de una polémica por las críticas hechas por algunos personajes vinculados a ese deporte.
Uno de ellos fue el tenista Nicolás Massú, que se distanció del argentino al afirmar que éste no tuvo nada que ver en sus triunfos en los Juegos Olímpicos de Atenas, en los que consiguió sendas medallas de oro en singles y en dobles, esta última junto a González.
El senador socialista Jaime Naranjo dijo ayer que se cometió una "injusticia" con De la Peña, algo con lo que está de acuerdo el argentino.
"Un baile al que no pertenezco"
"Creo que me metieron en un baile al cual no pertenezco, y empezaron a pelear entre ellos, pero con mi persona, y eso es lo que más me duele. Por decencia, lo menos que tendría que haber hecho el gobierno es hablar conmigo alguna vez. Pero nada, ni una vez me llamaron para decirme que no les importaba más y listo. Y eso está mal".
De la Peña dice sentirse "vacío". "El regalo que me había hecho el Gobierno había sido muy lindo, especial y bastante único para el trabajo que hago yo".
Pese a su bajo estado de ánimo, De la Peña dice estar "muy contento" con todo lo que vivió tras Atenas 2004.
"Aparte de mi trabajo, el pueblo chileno me recibió muy bien y siempre estuvo de mi lado en esta pelea en la que me metieron. También me sorprendió la gran respuesta de los sponsors para con mi proyecto, pese a que el Gobierno me había abandonado. Quiero decir que por más que haya sido algo político, la gente aprecia mucho mi trabajo", declaró.
El argentino asegura no sentirse "traicionado" por sus amigos. "Ninguna de las personas que se borró en ésta era amiga mía, tampoco eran personas de mi confianza que me debieran fidelidad alguna".
Y aseguró que seguirá viviendo y trabajando en Chile. "Mis planes son quedarme a vivir en Chile por muchos años, así que me den la nacionalidad o no, es lo mismo: yo sigo con todo lo que estoy haciendo en Chile".
De la Peña fue el jefe técnico del equipo chileno de Copa Davis, liderado por Massú y González, al frente del cual logró victorias en los enfrentamientos con Venezuela, Ecuador, Perú y Japón.
Su renuncia al cargo se produjo en marzo de este año tras la derrota ante Rusia por el Grupo Mundial de la Copa Davis.
El argentino no pudo desempeñarse formalmente como capitán del equipo porque la reglamentación de la Federación Internacional de Tenis (ITF) establece que quien ostente ese cargo debe ser de la misma nacionalidad de sus dirigidos o tener un tiempo mínino de residencia en el país que defiende.
