MONTREAL.- El duelo entre el estadounidense Michael Phelps y el australiano Grant Hackett en Montreal deparó un empate técnico con cinco medallas por cabeza.
El de Gold Coast sumó su tercera presea de oro en los 1.500 metros y Phelps paró su cuenta en cuatro, porque hoy no participó en el relevo 4x100 estilos.
Hackett se va de Montreal con tres medallas de oro (400, 800 y 1.500 metros), una de plata (en los 200) y un bronce en el relevo 4x200. Phelps, después del batacazo en los 400 libre y el experimento fallido en los 100, se habrá colgado cuatro oros (200 estilos, 200 libre y los relevos 4x100 y 4x200 libre), así como la plata en los 100 mariposa.
En el haber del australiano, sobre todo, aparece el récord mundial de 800, un tope que estaba en poder del mito "aussie" Ian Thorpe, quien se quedó en casa por exigencias del guión de los ciclos de preparación.
En los 1.500, Hackett no tuvo rival, ganó con 14:42.58, lejos del récord del mundo (14:34.56) que él mismo tiene desde hace cuatro años cuando lo consiguió en la ciudad japonesa de Fukuoka.
Por detrás del australiano se clasificaron el estadounidense Larsen Jensen (14:47.58) y el inglés David Davies (14:48.11), quienes mantuvieron una dura pugna en pos de la plata y el bronce, las únicas medallas que parecían estar en juego.
En la última jornada, con siete finales en liza, el protagonismo, al margen de Hackett, se lo llevó la australiana Jade Edmistone, que batió la plusmarca mundial de los 50 braza (30.45) y cerró los campeonatos por lo que se refiere a topes mundiales con nueve récords batidos.
Edmistone, una debutante en el panorama internacional de 23 años, superó a la plusmarquista mundial y subcampeona en Montreal de los 100 braza, la estadounidense Jessica Hardy, mientras que la también ’aussie’ Brooke Hanson fue tercera.
En los 50 espalda, el griego Aristeidis Grigoriadis ya forma parte de la historia deportiva de su país. Los titulares de los medios de comunicación griegos glosarán la figura de este espaldista de Salónica, que con 20 años se ha convertido en el primer nadador de este país en colgarse una medalla en las pruebas de natación.
Grigoriadis (1,94 centímetros y 76 kilogramos) sorprendió a los grandes favoritos y se hizo con una victoria por la que pocos podrían apostar.
El heleno, que había sido sexto en los 100 espalda en Montreal, y como mucho tercero en los Campeonatos de Europa juniors de 2003, ganó con 24.95 por delante del australiano Matt Welsh, nueve años mayor que Grigoriadis, y del inglés Liam Tancock.
Sin Phelps en los 400 estilos, prueba en la que el de Baltimore es plusmarquista mundial, el húngaro Laszlo Cseh vio el cielo abierto.
El nadador de Budapest, que fue tercero en los 100 espalda y segundo en los 200 estilos, se hizo con el oro con un crono de 4:09.63, a 1,4 segundos de la mejor marca del estadounidense.
El jovencísimo italiano Luca Marin, un nadador de Vittoria (Ragusa) de 19 años que ya había apuntado buenas maneras con su subcampeonato europeo del año pasado, fue plata, mientras que el tunecino Oussama Mellouli, que ya fue bronce en los 400 libre, repitió tercera posición.
La prueba más rápida de la jornada, los 50 libre femenino, fue a parar para la australiana Lisbeth Lenton con 35.59. Esta nadadora de Townsville se impuso a la holandesa Marleen Veldhuis, que siempre ha nadado a la sombra de la todopoderosa compatriota Inge de Bruijn, y a la china Yingwen Zhu.
La campeona mundial de los 200 estilos y el relevo 4x200, la estadounidense Katie Hoff no tuvo rival en los 400 estilos. La californiana estuvo espléndida para llevarse el oro y batir el récord de los campeonatos de la distancia (4:36.07), aunque aún le queda muy lejos el récord mundial que la ucraniana Yana Klochkova mantiene desde hace cuatro años (4:33.59).
La plata fue para la nadadora zimabua Kirsty Coventry, campeona mundial aquí en los 100 y los 200 espalda, y que también fue subcampeona en los 200 estilos. La estadounidense Kaitlin Sandeno se llevó el bronce.
La última prueba del Mundial fue el relevo 4x100 estilos y los estadounidenses no tuvieron rival. Los norteamericanos cambiaron totalmente el relevo: si por la mañana Phelps había nadado junto con Randall Bal, Mark Gangloff y Neil Walker, en la final Aaron Peirsol, Brendan Hansen, Ian Crocker y Jason Lezak fueron los responsables del oro.
Marcaron 3:31.85 y fueron muy superiores a los rusos, quienes consiguieron la segunda plaza, y el equipo japonés, que se clasificó con el segundo mejor tiempo, y al final fue tercero.
