LONDRES.- Cuando el sábado comience la Premier League inglesa de fútbol, la correlación de fuerzas, por primera vez desde 1992, habrá cambiado: los titulares no se los llevarán más el Manchester United y el Arsenal, sino el Chelsea, actual defensor del título, y el Liverpool, campeón de Europa.
Chelsea, club del millonario ruso Roman Abramovich, es, tras el primer título logrado después de 50 años, la medida de todo en el fútbol inglés. Mientras, el españolizado Liverpool de Rafael Benítez se reforzó con la renovación de su estrella, Steven Gerrard, y con la llegada de más españoles: el portero José Reina y el joven delantero Antonio Barragán.
Estos serán los dos grandes aspirantes al título. Por detrás de ellos y tras nueve años disputándose el campeonato, el Arsenal y el Manchester United ocupan un segundo plano.
El cuadro londinense, campeón de Copa, seguirá con la misma fórmula del todopoderoso manager y técnico francés Arsene Wenger, pero tendrá que superar la baja del centrocampista Patrick Vieira, el capitán, que fue traspasado a la Juventus de Turín. En cuanto a los fichajes, sólo Alexander Hleb será novedad en los "gunners", que dará el mando del centro del campo al joven español Cesc Fábregas, de gran talento, pero quizás aún inexperto para tan dura tarea.
Desde su llegada a Highbury, Wenger puso al Arsenal en los mejores niveles competitivos de las últimas décadas. Varios títulos, récords y un fútbol vistoso y espectacular fueron la seña de identidad de un equipo cargado de jugadores extranjeros.
El Manchester United, por su parte, está viviendo en una continua turbulencia. El multimillonario estadounidense Malcolm Glazer compró el club y lo retiró de la bolsa ante el descontento y el rechazo de la afición, todo lo contrario de lo que sucedió en el Chelsea con Abramovich.
Glazer no quiere gastos exagerados y los "diablos rojos" sólo han contratado al veterano arquero holandés Edwin van der Sar, de 34 años, y al surcoreano Park Ji-Sung. Tras muchos años en el cargo, Alex Ferguson emprenderá una difícil temporada bajo presión después de que el pasado año se saldara sin títulos.
Los corredores de apuestas ya hacen cábalas sobre si se tambaleará o no su silla. El escocés se encomienda a los jóvenes Wayne Rooney y Cristiano Ronaldo y al artillero Ruud van Nistelrooy.
En un mercado de fichajes muy tranquilo y austero, ni siquera el Chelsea derrochó millones. Y eso que lo intentó. En la búsqueda de un delantero estrella, el entrenador, José Mourinho, recibió siempre negativas, pese a las suculentas ofertas.
Adriano (Inter de Milán), Eto’o (Barcelona) y Shevchenko (Milan) fueron sus objetos de deseo, pero ninguno de los tres equipos sucumbió al encanto de los petrodólares rusos. Además, desde hace meses, los "blues" pugnan con el Olympique de Lyon por Michael Essien.
La delantera se vio, sin embargo, reforzada con el retorno del argentino Hernán Crespo, tras un año de cesión al Milan.
Por todo ello, el gran fichaje fue el centrocampista inglés Shaun Wright-Phillips, la gran esperanza del fútbol británico, por el que el Chelsea desembolsó más de 37 millones de dólares. Mourinho también se apuntó a la moda española y como no pudo contratar al lateral zurdo del Arsenal Ashley Cole, fichó al español Asier del Horno, ya titular el pasado fin de semana, cuando el Chelsea ganó el primer título al Arsenal en la Community Shield.
La defensa del Chelsea, su mejor arma, se vio así reforzada por el lateral del Athletic de Bilbao. Mourinho quiere incentivar la competencia entre sus jugadores con vistas al Mundial. "Las selecciones se conformarán entre marzo y abril. En ese periodo de tiempo todos los jugadores internacionales jugarán en el equipo".
El Chelsea también fracasó en su intento de contar con Gerrad, otro de sus jugadores deseado y por que el que llegó a pujar muy fuerte. Tras muchas dudas, el capitán del Liverpool se quedó con los "reds", que además de las incorporaciones españolas sumaron al senegalés Mohamed Sissoko, del Valencia, y al altísimo delantero Peter Crouch. En espera está la llegada del Chileno Mark González, que proviene de Albacete y está a la espera de una apelación tras recibir la negativa del Ministerio para otorgarle su permiso de trabajo.
A partir del sábado Arsenal y Manchester United tratarán de evitar lo que parece una tendencia sin vuelta atrás: que el equilibrio de fuerzas en el fútbol inglés ha cambiado y que comienza una nueva época.
