HELSINKI.- A toda orquesta se clausuró la cita máxima del atletismo, con un récord mundial a cargo de la cubana Osleidys Menéndez y con la británica Paula Radcliffe estampando por fin su nombre en letras de oro al ganar el maratón.
Y no sólo eso, Rashid Ramzi se consagró como el rey del mediofondo venciendo en los 800 metros, al igual que lo hizo en los 1.500. Marroquí con la nacionalidad de Bahrein, Ramzi se convirtió así en el único atleta en vencer esas dos pruebas en un solo mundial.
Pero la que la que entró en lo más profundo de la historia fue Menéndez, quien hizo trizas su propio récord universal en lanzamiento de jabalina con una marca de 71,70 metros.
"Puse toda mi fuerza en el primera lanzamiento es lo que siempre hago", agregó Menéndez, que pasó a integrar así el selecto trío de atletas que batieron récords mundiales: Olimpiada Ivanova lo hizo en la marcha de 20 kilómetros y su compatriota rusa Yelena Isinbayeva en el salto con pértiga.
Poco antes, parece que se hizo justicia para Radcliffde, quien ganó el maratón con récord del campeonato en 2 horas, 20 minutos y 57 segundos.
Dueña del récord mundial y campeona de varias maratones de lustre, Radcliff no había tenido la satisfacción de colgarse un metal dorado.
"No fue tan fácil como parece", dijo Radcliffe. "Me concentré en no aflojar el ritmo", agregó.
La británica corrió en los 10.000 en la jornada inaugural, sin pena ni gloria, redimiéndose con todo en el maratón, en la que es especialista.
Rusia, por su parte, se llevó oro y plata en los 1.500 metros con Tatyana Tomashova, que así revalidó su título mundial, y Olga Yegoreva. El bronce fue para la francesa Bouchra Ghezielle.
Además de quebrar la supremacía de Etiopía en las pruebas de fondo, Kenia se llevó su único oro justo en la clausura del mundial, cuando Benjamin Limo ganó los 5.000 metros con un tiempo de 13 minutos y 32.55 segundos.
"Mi hijo nació el lunes y es obvio que lo voy a poner Helsinki", dijo Limo, quien le ganó el mano a mano en la recta final al etíope Sileshi Sihine.
"Sabía que la última vuelta sería de alta velocidad, pero igual me sentí excepcional", dijo Limo.
En el que se considera como la peor competencia de salto alto en la historia del mundial, el ucraniano Yuriy Krymarenko dio la sorpresa al llevarse el oro con marca de 2,32 metros. Krymarenko rebasó esa altura en su tercer y último intento.
De no haberlo hecho, el oro hubiese sido para el cubano Víctor Moya y el ruso Yaroslav Rybakov, ambos con un magro 2,29. Al final, Moya y Rybakov se dividieron la plata. Sin el 2,32, Krymarenko habría quedado tercero junto al canadiense Mark Boswell.
En la última prueba, Estados Unidos atrapó el oro en la posta masculina 4x400 con un tiempo de 2 minutos y 56.91 segundos. Bahamas logró plata y el bronce lo obtuvo Jamaica.
Fue un cierre excepcional para Estados Unidos, que embolsó así su oro número 14, superando por uno la cosecha de Stuttgart 1993.
Medallero final:
1. Estados Unidos, 14-8-3
2. Rusia, 7-8-5
3. Etiopía, 3-4-2
4. Cuba, 2-4-0
5. Bielorrusia, 2-2-1
6. Francia, 2-1-4
7. Suecia, 2-0-1
8. Bahrein, 2-0-0
9. Jamaica, 1-5-2
10. Kenia, 1-2-4
