BUENOS AIRES.- San Lorenzo, un equipo que se perfila como uno de los principales animadores del torneo Apertura 2005 del fútbol argentino, agravó el desconcierto de Boca Juniors, el que más dinero invirtió en refuerzos para la temporada, al vencerlo hoy por 3-2 en el partido de mayor atracción de la quinta jornada.
El conjunto "santo" mostró frescura y precisión para jugar el balón a ras del piso en la primera parte y completó la faena en la segunda con garra y determinación cuando los boquenses intentaron reaccionar.
San Lorenzo se quedó con diez futbolistas a los 60 minutos por la expulsión del defensa Walter García y a partir de ese momento luchó en cada jugada como si fuera la última, frente a un rival con recursos pero carente de cohesión y claridad, como en la mayor parte de los encuentros que jugó este año.
Para el ganador marcaron los juveniles Darío Botinelli (m.25), Jorge Ortíz (m.36) -ambos se estrenaron en este encuentro como goleadores- y Pablo Barrientos (m.56). Los tantos del conjunto boquense los anotaron Marcelo Delgado (m.23) y Martín Palermo (m.59).
Boca Juniors, favorecido por un calendario que le permitió jugar en la jornada inaugural con el recientemente ascendido Gimnasia de Jujuy y en la cuarta con Instituto, que a mediados de año evitó el descenso jugando la Promoción, ganó esos dos partidos, igualó con Rosario Central y Lanús y perdió hoy ante San Lorenzo.
El balance tras jugar cinco de los 19 encuentros de la competición, y con siete fichajes estelares -los defensas Ibarra, Díaz y Krupoviesa y los medios Battaglia, Bilos, Insúa y Marino-, más la incorporación como entrenador del ex seleccionador Alfio Basile, es pobre para las aspiraciones de un Boca siempre candidato al título de campeón por historia y poderío.
La antítesis de la formación de Basile es su próximo rival, Argentinos Juniors, uno de los líderes de la clasificación con 11 puntos logrados en cinco encuentros dos meses después de salvarse del descenso.
El modesto conjunto dirigido por el uruguayo Gregorio Pérez, que asumió el cargo pocas semanas antes de que comenzara la temporada por la dimisión de Osvaldo Sosa, disgustado porque los dirigentes no fichaban refuerzos, es la sorpresa de la temporada y el peor adversario que a estas alturas podía tocarle en suerte a los "xeneizes".
