NUEVA YORK.- El estadounidense Andre Agassi venció a su compatriota Robby Ginepri por 6-4, 5-7, 6-3, 4-6 y 6-3, y se clasificó como finalista del Abierto de Estados Unidos por sexta vez en su carrera.
El séptimo favorito Agassi, campeón del US Open 1994 y 1999, buscará mañana su tercer título en Nueva York ante el ganador del choque entre el suizo Roger Federer y el australiano Lleyton Hewitt.
La leyenda del tenista de Las Vegas sumó hoy un nuevo jalón, al meterse por sexta vez en su carrera en la final del US Open. Lo hizo ante un rival 13 años menor, y en un partido de 2:47 horas que se definió en el tie-break del quinto set, el tercero consecutivo que jugaba.
"Es increíble, estoy en la final", dijo riendo como un chico, con la felicidad saliéndole por los ojos, mientras 23.000 personas le tributaban una fenomenal ovación desde las gradas del estadio Arthur Ashe.
Ganador de ocho títulos de Grand Slam en su carrera, Agassi parece interminable. Este año, un rebelde dolor en el nervio ciático lo mantuvo alejado del circuito por dos meses, tras quedar fuera en la primera ronda de Roland Garros.
Se perdió Wimbledon y retornó en Los Angeles, para ganar el título número 60 de su carrera. En el Masters Series de Montreal sólo fue superado en la final por el español Rafael Nadal, y hace casi dos semanas arrancó el raid de seis victorias que lo deposita ahora en la antesala de una nueva proeza.
"Trabajé duro para esto. Cuando jugaba el último set tenía en mente que tal vez sería el último de mi vida aquí en el US Open", dijo Agassi por los parlantes del estadio, mientras la multitud le hacía saber que no quiere escuchar la palabra "retiro" de boca de su máximo ídolo.
En ese quinto set, se vio al mejor Agassi, a aquel que tiene el fuego sagrado de los campeones. Quebró para 4-2, y enfiló hacia la victoria, con un gran saque y con exactos golpes desde la base, mientras Ginepri, el sorpresivo semifinalista, terminaba de desinflarse.
Hoy Ginepri, de 22 años, logró lo que nunca antes en sus tres enfrentamientos anteriores con Agassi: le robó no sólo uno, sino dos sets, pegándole fuerte a la bola desde el fondo y metiendo 17 aces, aunque algo impaciente para esperar el mejor momento para definir un partido.
Fue una gran actuación del número 46 del ranking, pero insuficiente para dar el gran golpe frente a un Agassi al que los años le siguen sentando bien.
"Estaré listo aquí mañana, y daré todo de mí", prometió antes de ir a descansar y mirar de reojo por televisión a su rival de mañana.
