EL SALVADOR.- Colo Colo sumó un valioso empate ante Cobresal (2-2) en un encuentro donde llegó a estar dos goles abajo, para alcanzar a la Universidad Católica en el primer puesto de la clasificación del Torneo Clausura.
Los albos llegaron a 20 puntos y acompañan a la UC en la cima, pero los cruzados aún tienen pendiente su encuentro por la novena fecha, que jugarán recién el 9 de octubre frente a Rangers.
La igualdad no fue fácil de conseguir por Colo Colo en el siempre complicado recinto de El Cobre, donde un entusiasta Cobresal siempre creó peligro en los pies del escurridizo Renzo Yáñez, y donde la eficiente marca en la mitad del campo funcionó para disminuir el aporte de Matías Fernández y Jorge Valdivia.
Cobresal abrió el marcador a los 32 minutos, luego de un error de Moisés Villarroel, quien se enredó con el balón en su propia área y terminó perdiéndolo ante la presión rival, dejando absolutamente destapado a Renzo Yáñez para que anotase el 1-0.
Ya en el segundo tiempo, el equipo dirigido por Gustavo Huerta volvió a celebrar, cuando César Díaz estableció el 2-0 a los 47 minutos firmando su séptimo gol de la temporada, que lo dejaba como máximo anotador del Clausura.
La recuperación de los albos comenzó a escribirse a los 60 minutos del segundo lapso, cuando Gonzalo Fierro metió un impresionante derechazo en el ángulo para el 2-1, que además dejó al jugador colocolino acompañando a Díaz en la tabla de goleadores.
Todo se resolvió para los dirigidos de Ricardo Dabrowski en los 77 minutos, cuando Héctor Tapia aprovechó un rebote cedido por el portero Raúl Sanzotti, tras buena jugada iniciada por Jorge Valdivia, para definir el 2-2.
Los mineros se quedaron con diez hombres en la recta final del partido, debido a la baja del uruguayo Iván Guillauma, cuando su equipo ya había agotado los cambios. El volante recibió un pelotazo en pleno rostro, por lo que debió ser llevado en ambulancia a un centro asistencial, donde posteriormente se le diagnosticó un TEC cerrado por el cual se le dejó en observación.
El resultado final queda con sabor dulce para los albos, que se recuperaron a tiempo para resolver el complejo puzzle que habían impuesto los locales en la primera etapa.
