CIUDAD DE MÉXICO.- Al cumplirse dos meses del secuestro del entrenador argentino Rubén Omar Romano, del Cruz Azul, por un grupo armado en Ciudad de México, su paradero sigue siendo una incógnita.
"Han sido muy difíciles estos momentos, lo tenemos presente en nuestro pensamiento, anhelamos que esté con nosotros lo más pronto posible, y pedimos a Dios que esté sano y salvo", dijo el lateral derecho del equipo, Alberto Rodríguez.
Romano fue privado de su libertad por unos siete hombres armados cuando salía de un entrenamiento en el sur de la capital mexicana, sin que hasta el día de hoy se conozca su situación.
"De antemano sabemos que cada partido es en honor a él y se lo dedicamos, sabemos que él quería trascender y triunfar con este equipo y lo menos que podemos hacer es darle esa satisfacción", agregó Rodríguez.
Cruz Azul es el máximo líder del Torneo Apertura 2005 del balompié local con 21 puntos, con siete victorias y una derrota, escoltado de cerca por América, con 20 unidades.
El plagio del timonel sudamericano se produjo una semana antes del arranque del certamen. Su lugar lo ocupa de manera interina Isaac Mizrahi.
"Normalmente antes de un partido rezamos y pedimos por él", expresó el jugador cruzazulino.
