LONDRES.- El
Chelsea demostró que la liga no tiene nada que ver con la Copa de Europa y goleó a domicilio por 4-1 al Liverpool, con el que había empatado cuatro días antes, para sumar su octava victoria en otros tantos partidos del campeonato, lo que le permite aventajar en nueve puntos al segundo clasificado.
No hay comparación posible cuando de la competición doméstica se trata. Ahí, el portugués José Mourinho sabe cómo sacar el máximo rendimiento a su plantilla, mientras que el Liverpool de Rafa Benítez descubre sus carencias, las mismas que le llevaron a quedar distanciado 37 puntos de los "blues", la pasada campaña.
El miércoles, en Anfield, el Chelsea arañó un afortunado empate sin goles, porque el Liverpool se vio perjudicado por el arbitraje y reclamó, con razón, al menos un penal claro.
Pero eso fue en la Copa de Europa. En Inglaterra es distinto, aunque se trate de los mismos protagonistas. En la liga, no hay quien frene al equipo de Mourinho, que presenta unos números perfectos (24 puntos, 18 goles a favor y dos en contra).
El Liverpool le opuso resistencia hasta que Djimi Traoré cometió un penal sobre el marfileño Didier Drogba que, transformado por Frank Lampard (m.27), le dio al Chelsea la ventaja que esperaba para machacar al contragolpe a su rival.
Porque, pese a que Steven Gerrard logró empatar apenas nueve minutos después, el irlandés Damien Duff devolvió la ventaja a los "blues" antes del descanso y, siempre a la contra, Joe Cole (m.63) y el camerunés Geremi (m.80), sentenciaron el triunfo londinense.
Con esta victoria, el Chelsea tiene nueve puntos de ventaja sobre el Charlton y el Tottenham, diez sobre el Manchester United, el Bolton y el Manchester City, y once sobre el
Arsenal, que hoy volvió a pasar muchos apuros para sumar los tres puntos.
Frente al Birmingham, con los españoles Cesc Fábregas y José Antonio Reyes en el equipo titular, el equipo de Arsene Wenger sufrió para imponerse a un conjunto que tuvo un hombre menos desde el minuto 24, cuando fue expulsado Kenny Cunningham.
El meta Maik Taylor llegó a desesperar a Reyes, al que detuvo media docena de disparos, y rechazó un penal lanzado por el francés Robert Pires, pero se vio superado en el último momento por la mala suerte; un disparo del holandés Robbie van Persie que rechazó contra su meta Stephen Clemence (m.81).
La octava jornada también dejó una nueva debacle del Everton, que fue derrotado por el
Manchester City (2-0), con goles de Danny Mills y Darius Vassell, y sigue hundido en el último puesto.
Además, el
Middlesbrough se impuso a domicilio por 3-2 al Aston Villa y el
Wigan convirtió su condición de sorpresa y venció por 2-1 al Bolton.
