VILLARREAL.- El Villarreal de Manuel Pellegrini sumó esta tarde ante Benfica (1-1) su tercer empate consecutivo en la Liga de Campeones, un resultado que lo obligará a sumar como visitante para continuar en carrera en el torneo de clubes.
Los locales se encontraron desde el principio muchas dificultades para superar la buena ubicación de la que hizo gala el conjunto portugués. Un mediocampo muy sólido y una segura defensa, fueron la base del equipo de Ronald Koeman ante un rival muy inseguro en retaguardia y que pasó muchos apuros con las incursiones de Simao Sabrosa, Nuno Gomes y Geovanni.
Mientras que el uruguayo Sebastián Viera tuvo que emplearse a fondo en distintas ocasiones, la portería del Benfica fue noticia por la lesión de su arquero Quim -que fue sustituido en el minuto 29-, más que por las ocasiones de gol creadas por el Villarreal, que fueron escasas.
La presión a la que fue sometido el argentino Juan Román Riquelme fue uno de los motivos por los que el equipo de Pellegrini cometió numerosas pérdidas de balón, un aspecto muy poco habitual en el cuadro castellonense.
Con un Benfica muy sólido se llegó al descanso, con la única buena noticia para el equipo español de que el mejor juego de su rival no se materializó en gol alguno en la portería de Viera, ya que en el tramo final de este período el control y el dominio del equipo se Koeman se acentuó.
El Villarreal saltó al campo en el segundo tiempo con un ánimo bien distinto. En los cinco minutos de la reanudación, la portería lusa pasó por más apuros que en todo el anterior período. Los locales cambiaron el decorado del partido y de dominados pasaron a ser claros dominadores del choque.
Ante el cambio de guión que se produjo en el partido, el Benfica buscó en el contragolpe la forma de hacer daño al Villarreal, aunque la "aparición" de Riquelme se convirtió en un serio problema para el conjunto lisboeta. Una espectacular asistencia del argentino a Cazorla se encontró con una no menos brillante intervención del portero Rui Nereu.
Ahora era el equipo portugués el que sufría y, tras una ocasión del uruguayo Diego Forlán que nuevamente detuvo Rui Nereu, un penal cometido sobre el argentino Juan Palo Sorín fue aprovechado por Riquelme para abrir el marcador en el minuto 70.
Pero poco le duró al Villarreal la alegría, pues Manuel Fernández, siete minutos después, ejecutó un potente disparo el sector izquierdo del área ante el que nada pudo hacer Viera. El gol desequilibró al Villarreal, que volvió a pasar momentos de apuros.
De hecho en el tramo final, el conjunto portugués volvió a hacerse con las riendas del partido y cerca estuvo de conseguir un mejor resultado. Ahora el estadio de La Luz, en Lisboa, puede dictar sentencia, cuando el Villarreal viaje en su siguiente partido para enfrentar al mismo rival.
