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Tenis: Mauresmo acabó su maldición en el Masters femenino

La tenista francesa calló las críticas con una victoria en tres sets ante su compatriota Mary Pierce en Los Angeles.

14 de Noviembre de 2005 | 09:19 | DPA
LOS ANGELES.- Amelie Mauresmo estaba empezando a pensar que sus críticos tenían razón y que le faltaba madera de campeona. Pero anoche la francesa rompió todas sus dudas y las de los demás al derrotar a su compatriota Mary Pierce y hacerse con el título del Masters del tenis femenino.

En 186 minutos de juego, la tenista de 26 años se impuso a su compatriota por 5-7, 7-6 (7-3), 6-4. En concepto de premios Mauresmo cobró un millón de dólares y además subirá al tercer puesto del ranking mundial.

"No lo puedo creer. Muchos dudaron de mí y dijeron que nunca ganaría un gran torneo, pero yo nunca me rendí, y ahora obtuve mi recompensa", afirmó.

Mauresmo se había ganado fama en el circuito femenino de ser presa de los nervios en los momentos decisivos. Llevaba 18 torneos ganados, pero ninguno en una cita importante. Perdió la final del Abierto de Australia de 1999 ante la suiza Martina Hingis, la del Masters ante la belga Kim Clijsters en 2003 y la de la Fed Cup en París ante Rusia hace poco menos de dos meses.

Sobre todo la derrota ante las rusas puso a Mauresmo en el centro de las críticas. "Aquello fue sin duda el punto más bajo. Me planteé muchas, muchas cosas. Pero hoy me di la respuesta adecuada", reconoció por primera vez la francesa.

Mauresmo admitió además que la clave de su triunfo estuvo en su victoria en semifinales ante la rusa Maria Sharapova, la defensora del título. "Eso activó mis genes de la victoria. Me dí cuenta de que era mi momento", agregó.

Eso sí, para conseguirlo tuvo que sufrir en una final entre dos amigas y ante sólo 5.000 espectadores, un tercio de la capacidad del Staples Center de Los Angeles, que se despidió sin pena ni gloria de un torneo que en 2006 se disputará en Madrid.

Pierce, que vivió a sus 30 años un resurgir en 2005, tenía problemas en un muslo, pero no pareció demostrarlo cuando se adjudicó el primer set.

Todo hacía indicar que Mauresmo entraría una vez más en la dinámica negativa, pero la potente tenista se deshizo con sorprendente facilidad de los malos pensamientos y se hizo más fuerte.

Se puso rápidamente 4-1 en cabeza, y pese a que Pierce remontó para forzar el "tie break", se llevó la segunda manga. En el set decisivo supo presionar lo suficiente a Pierce para quebrar su servicio para 5-4 y adjudicarse el título cuando la más veterana de las dos envío un revés fuera.

La derrotada se tomó con filosofía el haber perdido su tercera gran final del año tras Roland Garros y el US Open. "Espero no tener pesadillas", bromeó. "Sentía cuánto quería Amelie este triunfo. Se lo merecía", agregó.

Mauresmo se convirtió en la primera francesa en erigirse como campeona en el torneo de maestras, que reúne a final de temporada a las ocho mejores tenistas del año.

Tras su derrota en la final de 2003 contra la belga Kim Cjlisters, ésta era la segunda oportunidad para Mauresmo que con éste sumó su 19 y mayor título de su carrera.

Tras hincarse de rodillas cuando su triunfo era seguro y de llorar al recordar todos su sufrimientos del pasado, Mauresmo abandonó el Staples Center rumbo a celebrar su éxito con una botella de vino francés de 1937.