SHANGHAI.- El suizo Roger Federer tomó hoy con entereza su derrota en la final del Masters de Shanghai ante el argentino David Nalbandián, aunque aseguró que debió haber ganado el partido tras disponer de una ventaja de dos sets a cero.
"Siento que hoy ganó el mejor. Él fue mejor, mucho mejor, en el tercer, cuarto y quinto set. Así que fue mejor en tres de los cinco sets. Siempre dije que el ganador se lo merece más que el perdedor, aunque no me siento en absoluto como un perdedor, porque la temporada fue grandiosa", dijo Federer.
El suizo señaló, pese a sus elogios a Nalbandián, que tras la ventaja que tomó en el partido debió haber sido él quién se quedara con la final.
"Creo que debí haber ganado tras estar dos sets a cero. No pasa todos los días que pierda partidos como éste", admitió.
"Me ganó seis veces, así que sin dudas es un duro competidor y oponente para mí. Solía ser más duro, no tan duro ya. Incluso aunque hoy fue muy duro para mí, la manera en que jugué ante él en el US Open (de 2005), definitivamente sentí que lo tenía controlado. Esa era una buena sensación, aunque hoy haya perdido", dijo el suizo sobre su rival.
Perder no es una sensación habitual para el número uno del mundo, que confesó estar desilusionado.
"La desilusión está ahí, porque no pierdo con mucha frecuencia. Estuve mucho más cerca de ganar este torneo de lo que jamás habría pensado. Pero fui desafortunado en el final. No puedo creer que me recuperé en el quinto set, pero de alguna manera lo hice. Hay cierto orgullo por esto, porque hace tres semanas aún estaba en muletas", recordó.
"Casi lo doy vuelta, y eso hubiera sido una recuperación increíble", agregó sonriendo.
Federer dijo que su tobillo derecho no estaba al cien por ciento hoy.
"Obviamente antes del partido él sabía que yo no estaba al cien por ciento, debido a mi pie. En el 4-0 (del quinto set a favor de Nalbandian) pensé que todo se acababa en cinco minutos. Pero no tuve dolor, realmente no. Sólo mucha, una enorme fatiga. Es obvio que el pie no estuvo en todo el torneo al cien por ciento, pero en realidad no me molestó", reconoció.
"Las piernas, eso es lo que me mató, porque no podía forzar, no podía soportar los peloteos largos. No pude sacar de la manera que quería (...). Pero él es tan consistente que es realmente duro. Y devuelve muy bien, además", agregó el número uno del mundo.
Federer tiene claros sus objetivos para el 2006, tras descansar dos o tres semanas: "El número uno es un gran objetivo para mí, Wimbledon, como siempre, y Roland Garros, donde espero darme otra oportunidad".
