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La UC quiere cerrarle la Boca definitivamente

El técnico Jorge Pellicer y sus jugadores se sienten bien jugando bajo presión y no dudan de conseguir el triunfo ante Boca Juniors el próximo jueves en San Carlos de Apoquindo, pese al gran nivel del equipo argentino.

24 de Noviembre de 2005 | 18:36 | Reuters
SANTIAGO.- Universidad Católica tiene intenciones de derribar desde el inicio a su poderoso rival Boca Juniors de Argentina cuando ambos choquen en el partido de vuelta por la semifinal de la Copa Sudamericana.

La UC logró el miércoles un importante empate 2-2 en el encuentro de ida de la serie disputado en la mítica Bombonera. El juego de vuelta se disputará el jueves 1 de diciembre en el estadio San Carlos de Apoquindo, que ya cuenta con todas sus localidades vendidas.

La igualdad fue tomada como un triunfo por lo que significa marcar dos goles como visitante. Al equipo chileno le basta un empate sin goles o por 1-1 para pasar a la final de la Copa.

"No vamos a especular con el resultado, porque sería fatal esperar atrás a Boca (...) Trataremos de abrir el marcador lo antes posible", dijo el capitán Eduardo Rubio a la llegada del plantel cruzado a Chile.

En el equipo chileno, que terminó como líder e invicto de la fase regular del torneo Clausura local, saben de la calidad y garra de sus rivales, por lo que esperan sacar provecho de la igualdad, aunque concentrados al máximo para dejar fuera de carrera al actual campeón del torneo internacional.

Con su brillante paso en el torneo doméstico, Católica ya clasificó para disputar la próxima edición de la Copa Libertadores de América.

Los de Boca "son jugadores de otro nivel, jugadores que no dan pelota por perdida, pero lo bueno es que sacamos un buen resultado (...) Tenemos mucha confianza y ojalá podamos realizar el mismo trabajo, e incluso mejor para poder ganar acá", afirmó el defensor Mauricio Zenteno.

Acostumbrados a jugar bajo presión

El director técnico de la UC, Jorge Pellicer, dijo que su equipo no sufrió presión en La Bombonera, pues en Chile acostumbra a jugar con público adverso ante los clubes grandes, como Colo Colo y Universidad de Chile.

"La cancha no era un motivo de preocupación. Yo creo que el equipo tiene carácter y tiene seguridad en lo que hace, y si se juntan esos dos factores siento que se pueden hacer actuaciones como la de ayer", aseguró Pellicer.

En el partido de vuelta al equipo xeneize sólo le servirá un triunfo, o empatar al menos a dos goles para forzar una definición a penales.

Ese encuentro ya se prevé como una caldera, pues incluso antes de que ambos equipos dieran inicio al encuentro del miércoles, en las ventanillas del estadio cruzado se agotaban las últimas para ver a Boca en Santiago.

Ante la trascendencia del partido la directiva del equipo chileno optó por subir el precio de las entradas casi al doble, al tiempo que también duplicó el personal de seguridad para evitar posibles desmanes.

La última vez que Boca Juniors pisó el césped de San Carlos de Apoquindo fue en 2001 por la desaparecida Copa Mercosur. En aquella ocasión, Católica venció por 2 a 1.

El ganador de la llave entre Católica y Boca jugará con quien clasifique en la otra semifinal, que disputan Vélez Sarsfield de Argentina y Pumas UNAM de México.