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Felipe Alvear, una promesa para estocadas mayores

Con ocho años practicando esgrima, ya logró coronarse bicampeón juvenil sudamericano y panamericano en la especialidad de florete. De aquí en más, las puertas del éxito están abiertas para este promisorio deportista.

28 de Noviembre de 2005 | 10:35 | Felipe Vásquez, El Mercurio en Internet
Foto: Federación de Esgrima de Chile
Pesos más, pesos menos
Hasta ahora, la carrera de Alvear ha sido apoyada a través del sistema Prodar, que le proporciona un pago mensual de 150 mil pesos para financiar su carrera.

"Ahora espero que me suban algo, por el resultado que saqué en el Panamericano de Cali. En realidad lo mantuve, porque el año pasado en Río también gané y no me subieron el sueldo", cuenta Alvear.

"Estoy cien por ciento dedicado, hasta que entre a estudiar. Porque la esgrima no es todo en este país", explica el joven, quien aún no tiene claro si podrá dedicarse totalmente a este deporte.

"Si se me van dando las cosas, me gustaría dedicarme, pero no lo tengo claro todavía. Netamente por el apoyo", concluye.
SANTIAGO.- En un país donde los campeones brillan por su escasez, en las pedanas nacionales hay un prometedor deportista que acarrea títulos continentales, encabezando con sus éxitos una nueva generación que espera hacer despegar la esgrima nacional.

A sus 20 años (25/08/1985), Felipe Alvear Zamora es bicampeón juvenil sudamericano y panamericano en la especialidad de florete, la más popular a nivel mundial en este deporte. En su último año antes de pasar con todo a la categoría de adultos, Alvear ya aparece 113° en el ranking mundial de mayores.

"Empecé a los 12 años y medio, por familia. Mi papá no hacía esgrima, pero mi bisabuelo sí, entonces de ahí a mí papá le quedó la idea", narra Alvear, quien destaca el carácter hereditario que generalmente tiene esta disciplina. "Es de familia. Como no es muy conocido, entonces se va transmitiendo por familia. Van los hermanos, los primos y así se va a divulgando", explica.

Desde entonces, su ascenso ha sido empinado, apoyándose en su familia y a los técnicos con los que ha trabajado. "He pasado por varios entrenadores, siempre he estado cambiando, porque cada entrenador te enseña algo diferente. Los entrenadores son los Maestros de Armas", explica Alvear, quien ha sido discípulo de Sergio Vergara, Bernardo Cisternas, Rudy Alarcón y actualmente con Luciano Inostroza.

Tan grande ha sido su crecimiento, que ya siente que el medio local comienza a limitarlo. "Al nivel en que estoy, tengo súper poca gente para entrenar bien. Hay gente, pero son principiantes, entonces no puedo entrenar bien con ellos, no es lo mismo", cuenta con honestidad. Es por eso que las veces en que ha podido salir a entrenar a Europa, todo le ha resultado provechoso. "Allá todos tienen un nivel ya avanzado, entonces no tienen problemas de mantenerse en un ritmo. Yo tengo que viajar para el entrenamiento, para mantener ese nivel", explica.

Los resultados avalan sus palabras, ya que fuera del caso de Patricio Moreno (130°), no existe ningún otro chileno ranqueado por la Federación Internacional de Esgrima en su especialidad (florete) a nivel adulto. No así en las especialidades de espada y sable.

"Chile tiene tradición de la espada, siempre ha tenido buenos resultados con ella. Y ahora, con esta nueva generación que viene, ha salido mucho mejor el florete, ha tenido mucho mejores resultados en los Mundiales", cuenta.

De juvenil a adulto

Este año no sólo fue de buen desempeño a nivel juvenil, renovando sus coronas continentales en el Sudamericano de Bolivia (Sucre) y el Panamericano de Colombia (Cali), sino que además progresó en torneos para adultos. "Hice cuadro de 16 en un 'Clase A' en Valencia, Venezuela. Llegar a ese cuadro, siendo juvenil, es súper bueno. Después en La Habana quedé 38° y fui el mejor latinoamericano", explica Alvear.

El esgrimista sabe que el próximo año dejará la categoría de juvenil, con lo que tendrá que abocarse totalmente a torneos para todo competidor. "Este año se vienen competencias fuertes. Está el Odesur, donde yo quiero llegar a la final, esa es la expectactiva que tengo. Luego hay un Panamericano especial, que es selectivo para los Juegos Panamericanos 2007 en Río", remarca, dejando para el final su meta máxima: "Quiero llegar a las Olimpíadas, ese es mi objetivo".

Alvear además hace su propio diagnóstico del nivel de la esgrima nacional: "Yo creo que no estamos tan mal. Creo que son súper pocas las personas que se dedican a esto. Seremos como seis personas en Chile, que realmente les interesa y van a entrenar, que están constantemente entrenando. Porque eso marca la diferencia. En Chile el deporte realmente no se toma a nivel profesional, en todos los ámbitos", subraya.

Por el momento, y desde que salió del colegio, Alvear se dedica cien por ciento a la práctica de esta disciplina, en busca de conseguir los ambiciosos objetivos que se ha trazado.
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